«COLD WAR» HA SIDO LA GRAN GANADORA DE LOS PREMIOS DE LA ACADEMIA EUROPEA 2018,QUE HA TENIDO LUGAR EN SEVILLA.

APORTO LA CRÍTICA QUE EN SU DÍA PUBLICAMOS EN AREAVISUAL.COM

 

Cold War (Guerra fría)
Año: 2018
Duración: 88 min.
País: Polonia
Dirección: Pawel Pawlikowski
Guion: Pawel Pawlikowski, Janusz Glowacki
Fotografía: Lukasz Zal
Reparto
Joanna Kulig, Tomasz Kot, Agata Kulesza, Borys Szyc, Cédric Kahn, Jeanne Balibar,Adam Woronowicz, Adam Ferency, Adam Szyszkowski
Productora
MK2 Productions / Apocalypso Pictures / Film4 / Opus Film / Protagonist / BFI Film Fund
Género
Romance. Drama | Drama romántico. Años 50. Años 60. Guerra Fría. Música. Baile
Sinopsis
Con la Guerra Fría como telón de fondo, “Cold War” presenta una apasionada historia de amor entre dos personas de diferente origen y temperamento que son totalmente incompatibles, pero cuyo destino les condena a estar juntos.
Premios: Festival de Cannes: Mejor director 2018

Crítica
Si con su anterior película Ida, Pawel Pawlikowski hizo una reflexión, a través de un retrato intimista, sobre la cicatrización de las heridas producidas por una guerra en la que se manifiestan los peores instintos humanos, en Cold War, (guerra fría) se ambienta en la misma sociedad y la misma época polaca, bajo la tutela dictatorial de Stalin, para contarnos, de una manera magistral y tristemente enternecedora, una historia de amor sublime, que como tantas grandes historias de amor se han magnificado, por imposibles.
Para sumergirnos en esa época, el director no ha dudado -pese a las posibles dificultades comerciales- en contarnos la historia en una bellísima fotografía blanco y negro, en la que las coreografías resultan de un verismo luminoso y emocionalmente eléctrico, que despierta la emoción de una manera instintiva, por las voces de unos intérpretes y unos sonidos celestiales. Imágenes y sonidos que embargan los sentidos, y ahí, en medio de una efervescente atmósfera artística, nace y crece la historia de amor, en unos corazones impulsivos y rebeldes, pero que difícilmente podrá desarrollarse bajo ese régimen, controlador y vigilante de los comportamientos de cada uno de sus ciudadanos.
Es magistral la recreación de atmósferas de diferentes épocas y lugares, tanto la Varsovia del 1948, como el Paris de finales de los 50, principios del 60, en donde se respiraba el espíritu inconformista y bohemio de los artista, bajo los acordes instrumentales de los músicos de Jazz.
En ese ambiente emerge el talento y carisma de la subyugante actriz Joanna Kulig, con su portentosa y creíble interpretación de una mujer enamorada pero indomable, a la que se le derrumban la idealización de sus sueños, o no sabe vivir el presente con ellos. Tambien Tomasz Kot, está excelente en el papel de galán contenido que es capaz de sacrificarse por alcanzar la aspiración de estar junto a la mujer de sus sueños.
Maravillosa manera de contar historias, parecidas a las que ya hemos visto o leído, pero esta vez de una manera original, que es capaz de emocionarte y maravillarte por el lenguaje y belleza estética y narrativa que impregna toda la obra.
¡¡Que no pare la música!!
Pepe Méndez