Desde tempranas horas de la mañana y hasta la noche los cazadores de autògrafos no
descansan en las puertas del hotel Marìa Cristina. Cuadernos, selfies y boligrafos en ristre,
los «cazadores» aguardan a sus presas. Y todo el centro donostiarra se mueve al compàs
de su Festival Internacional de Cine en ésta su 65 ediciòn. Y tambièn el negocio de venta
de entradas, los acreditados que para obtener su credencial deben desembolsar 45,00
euros; mas el apoyo monetario suculento como Cinergìa (la iniciativa de Gas Natural
Fenosa), entre otros, han transformado al Certamen en un «buen negocio».
Asimismo en un verdadero esfuerzo los seleccionadores han intentado traer una
secciòn oficial atractiva (siempre tarea difìcil por la cercanía con Venecia), y anoche
se inauguraba con el film del aplaudido realizador Wim Wenders «Submergence»
(Inmersiòn) coproducciòn entre Alemania /Francia y España, a ella le seguiràn
«Licht», de Barbara Albert (Austria /Alemania); «Life and nothing more» (La vida y nada
mas), de Antonio Mèndez Esparza (España/ EE.UU.); «Le sense de la fête/ C’ est la
vie», de Olivier Nakache y ‘Eric Toledano (Francia); «El autor», de Manuel Martìn Cuenca
(España / Mèxico); «Le lion est mort ce soir», de Nabuhiro Suwa (Francia / Japón);
«Soldati. Poveste din Ferentari», de Ivana Mladenovic (Rumania / Serbia /Bèlgica);
«Handia», de Aitor Aguirre y Jon Garaño (España); «Sollers Point», de Matt Porterfielf
(EE.UU. /Francia); «Una especie de familia», de Diego Lerman (Argentina / Brasil/
Polonia/ Francia); «The disaster artist», de James Franco (EE.UU); «Alanis», de
Anahì Berneri (Argentina); «La peste» (fuera de concurso), de Alberto Rodrìgez
(España); «El secreto de Morrowbone» (Fuera de concurso), de Sergio G. Sánchez
(España), y en la clausura «The wife» (La buena esposa) -fuera de concurso- de
Björn Runge (Suecia / Reino Unido).
La gala del inicio subrayo el valor de la diversidad en toda la programaciòn, y
sobre el escenario del amplio Kursaal Anne Igartiburu y Leticia Dolera fueron las
encargadas de la presentaciòn. El discurso mas emotivo lo pronunciò el realizador
finlandès Aki Kurismäki que recibia el premio FIPRESCI al mejor film del año por
su pelìcula «El otro lado de la esperanza». Destacar asimismo la apuesta de Zinemaldia
por tender puentes entre culturas, muy especialmente ente Europa e Iberoamérica,
como se dejò constancia a la hora de presentar los ciclos de Horizontes Latinos o
Cine en Construcciòn.-