La 6ª edición del Festival FICARQ, cine y arquitectura, se ha celebrado en Madrid a finales de noviembre. Al margen de las coincidencias en fechas y la sensación de que todo ha sido muy apresurado (palabras de una representante de la Diputación de Madrid), vale la pena destacar, como dije en ediciones anteriores, la calidad de los materiales, la oportunidad de los sus encuentros, charlas y coloquios, así como sus películas, en sección oficial ficción (donde sobresalía la griega Pity, opera prima de Babis Makridis), sección oficial documental -sin excepciones de metratge-, sección informativa … las sedes tríadas fueron la Universidad, la sala Coam, el Círculo de Bellas Artes y la escuela Camilo José Cela. Hubo xarrrades de Eduardo Leira, Curro Muñoz -de De lujo-, de Juan Carlos Arnuncio, Miguel de Guzmán, Rocío Romero, Nilo Ruedes, y una mesa redonda, moderada por Fernando Colomo en la que intervenían Puerto Collado, Pilar Revuelta y Clara Ibarrola, entre otros.
Después de dos años en Avilés, uno en Oviedo y dos en Santander, da la impresión que Madrid puede representar la estabilidad buscada. Pero falta público, el calendario no es nada afortunado y la promoción destaca por su ausencia. Muchos factores de los que depende todavía esta magnífica muestra. Como prueba de ello, la presencia en el jurado del cineasta Alfonso Albacete, y los premios Puente entre las Artes, otorgados a Nilo Ruedes y la Fundación Arquia (banca, filmoteca, videoteca, etc …).

Antonio Llorens