Año: 2023

Duración: 114 min.

País: Suecia

Dirección: Per Fly

Guion: Per FlyUlf Ryberg

Reparto: Mikael Persbrandt, Francis Chouler, Cian Barry, Hakeem Kae-Kazim Colin Salmon Sara Soulié

 Música: Raymond Enoksen

Fotografía: John Christian Rosenlund

Coproducción Suecia-Noruega-Dinamarca; 

Sinopsis y crítica:

Dag Hammarskjöld fue un diplomático sueco, economista y secretario general de la Organización de las Naciones Unidas desde 1953 al 1961. Fue un pacifista convencido y luchó por los acuerdos de paz en los conflictos armados que estallaron durante su mandato, a veces, enfrentándose a poderosos intereses de potencias que no estaban del todo de acuerdo con sus propuestas. Su empeño único era salvar vidas, inocentes o no, a través del diálogo y los acuerdos diplomáticos. A veces tomó decisiones arriesgadas en contra de fuerzas mas belicosas, lo que le creó alguna oposición de la estrategia política y económica estadounidense conllevaron algunos encuentros importantes con Henry Kissinger. Su confianza en la palabra y los acuerdos entre fuerzas antagónicas de países en conflicto provocaron grandes disgustos, como el asesinato del líder anticolonialista y primer ministro del Congo Patrice Lumumba, por manifiesta traición de sus enemigos por lo acordado previamente.

La película rodada con estructura casi de documental, pero puesta en escena de ficción, es meticulosa en los hechos históricos que describe, centrándose en la introspección del personaje, su sobriedad y respeto en las decisiones que ha de tomar en cada momento, y la alta consideración de todos los asesores y amigos que comparten vida con él. Nos hace revivir algunas secuencias en flash-back que se retrotraen a intimidades ocultas de su juventud y amistades dudosas que, a pesar de lo ajetreado y respetabilidad que requería su cargo, no quería perder, pero deberá distanciarse de ellas, hecho que le mostrará aun más aislado y frágil.

Dentro de ese lenguaje narrativo convencional, cercano a lo que en otro tiempo se denominó docudrama, la ultima parte de la película toma un nuevo impulso, adquiriendo la trama un halo de thriller político que, aun sabiendo la trayectoria histórica del personaje, nos mantiene en vilo hasta el final, pues se atreve a ficcionar unos hechos que, se pueden dar por supuesto que ocurrieron de esta forma, pero que no se ha podido demostrar que fuesen así en realidad, pues siguen envueltos en el secretismo político desde que ocurrieron, en 1961. Podríamos decir que todo lo que se presenta anteriormente alrededor de Hammarskjöld está en función de esa contundente parte final, hecho que le ha convertido en su país, Suecia, un mito, emblema de humanidad.

Per Fly, el director de cine danés, no ha querido meterse en discursos llamativos con imágenes espectaculares, sino que ha elaborado una intriga política real, concienzudamente creíble de la soledad del justo.

La solvencia interpretativa Mikael Persbrandt le da la sobriedad algo hierática e incorruptible que se supone poseía Dag Hammarskjöld en los momentos de tomar las decisiones más complejas, llenando de solemnidad y responsabilidad el cargo que ostentaba. El tono de una fotografía difusa, tirando a grises en la textura de los escenarios, completan un laborioso trabajo de ambientación que hacen de esta película una obra para ser tenida en cuenta por aquellos interesados en las tramas políticas y deseen saber algunos de los oscuros dramas y tejemanejes de la historia del siglo XX. Porque a través de ella podemos ver reflejados los siniestros tentáculos de como se mueve el mundo en la actualidad.    

Pepe Méndez