Podríamos definir el token como «una representación digital de un activo». Ese activo puede ser un edificio, una explotación rural o cualquier otra iniciativa material… Así, tokenizar una empresa, en la nueva economía, podría equivaler a tener acciones de la misma, en la visión tradicional. Tampoco es exactamente así, ya que al tokenizar nos servimos de la cadena de bloques (blockchain) y esta condición otorga una gran flexibilidad en su circulación de unos a otros «propietarios». Esta condición de «propietario» también estaría en función de los acuerdos que se hayan establecido en la emisión de tokens… Los tokens tienen especial interés, por tanto, como valor de cambio actuando, de hecho, como criptomonedas…

En este contexto frente a estos tokens que se intercambian, el NFT es el acrónimo anglosajón de «tokens no fungibles». La idea, por tanto,  es que hablamos en este caso de tokens únicos, frente a los tokens como unidad de intercambio… Esta introducción viene a cuento de la posible financiación de proyectos artísticos con NFT: Al adquirir una obra de arte como NFT te conviertes en propietario único de aquella pieza como quien, en el mundo tradicional, tiene un cuadro de Picasso en su casa…

En este contexto, también es posible financiar una peliculla con NFT, como ha demostrado Miguel Faus, con «Calladita». Se trata de una interesante película con una carga de crítica social ambientada en una residencia de lujo veraniega, protagonizada por Ariadna Gil, Luis Bermejo y Paula Grimaldo. De hecho, sería la primera película, al menos en Europa, financiada con venta de NFT. Según explican los promotores de la iniciativa con esta fórmula se han conseguido recaudar 650.000 dólares. En la información que se ha dado del proyecto se nos explica que han conseguido la implicación de Steven Soderbergh, Julie la hija de Al Pacino, y el actor y director estadounidense Jim Cummings como productor ejecutivo. Calladita es el primer largo que lleva a cabo Miguel Faus y es el desarrollo de un corto anterior financiado con crowdfunding.

De hecho el director que no conseguía levantar su película con los sistemas de financiación tradicionales, optó por el NFT a partir de la experiencia que fue adquiriendo en el mundo de las criptomonedas…  Ahora mismo los poseedores de NFT tienen una condición singular ya que disponen de un NFT de imágenes de la película que pueden vender en los marketplaces y además participan del fondo Calladita DAO donde van a parar la mitad de de los beneficios de la película con el objetivo de ayudar a nuevos proyectos…

Faus, que es buen conocedor del mundo de las criptomonedas -como entenderá quien haya visto «Calladita» ya que ello forma parte de la trama y no haremos spoiler- también ha desarrollado en colaboración con diversos artistas  la CALLADITA ART COLLECTION: formada por piezas de arte inspiradas por Calladita y creadas especialmente para esta campaña. Los beneficios se distribuyen en partes iguales entre los artistas y el presupuesto dedicado a la película. ENLACE

El NFT tuvo su momento de auge, que ha aprovechado el director para lanzar su proyecto. Ahora mismo ha habido una caída muy relevante. Aún así habrá que ver si una adecuada articulación de este concepto puede facilitar que se replique este modelo para la financiación de producciones audiovisuales.