La hija de Charlie Chaplin tiene una dilatada trayectoria artística: La primera película en la que actuó fue Doctor Zhivago, motivo por el que acudió a España ya que las escenas de su personaje se grababan aquí. “Tenía una sensación de libertad tan enorme cuando llegué aquí. Mi padre era muy estricto, luego fui a un colegio de monjas y otra vez disciplina. En España podía salir y hacer lo que quería”, afirmaba la actriz. Contaba que le debe mucho a su padre y bromeaba con la película La condesa de Hong Kong: “Bailando con Marlon Brando, peinada por Sofía Loren y dirigida por Charlot, gracias papá”.
Carlos Saura fue el director que hizo relanzar la carrera de Chaplin, rodaron juntos nueve películas, pero en un primer momento él no la quería para su película: “Saura no me quería pero Elías Querejeta me impuso porque daría publicidad”, afirmaba la actriz. Es en este momento cuando empezó a hacer cine de autor: “no me daba cuenta de que era un cine arriesgado, una lucha contra un sistema desde dentro”.
En los años 70 hizo real su sueño: “hacer una Super 8, una película americana, cine independiente, cortos, y todo esto en distintos continentes y en distintos idiomas”. También habló sobre los directores: “a lo que aspiro es a ser arcilla virgen y que el director pueda hacer lo que él quiera. El director es Dios y tienes que obedecer”. Ha trabajado con directores buenos, otros que no tenían del todo claro el rodaje, pero a
Chaplin no le importaba: “Cuando estoy trabajando siempre pienso que estoy haciendo la mejor película del mundo y por eso confío”.
La película que hizo con Jodie Foster es la única que consiguió haciendo un casting, que consistía en ir a comer con ella. “En ese momento tenía malas relaciones con mis hermanos, empecé a hablar con odio de ellos y me dijo que yo podría hacer el papel bien”, explicaba Chaplin. La actriz cuenta por qué le gusta hacer de mala en el cine: “en una película me dieron a elegir entre la buena y la mala y dije que la mala. Es más fácil porque el ser humano tiene el mal dentro”.
Cuando Angulo le preguntó sobre qué género le gustaba más, respondió que todos, “la evolución en mi físico es lo que hace que vaya pasando a hacer de abuelitas, y el camino siguiente evidentemente es el terror”, añadía la actriz.
También trabajó con Scorsese, “es un enamorado del cine”, y con Almodóvar, “me encanta como dirige, a la misma velocidad que galopa su cerebro, galopa su corazón”, asegura Chaplin. “Fue un placer, pero nunca más me llamó”, añadió. Bayona contó con ella desde su primera película, El Orfanato, “tuvo éxito, así que se creía que le daba suerte”. Según la actriz, por eso la llamó para sus siguientes trabajos, y así hizo dos pequeños papeles en Lo Imposible y en Un monstruo viene a verme.
La actriz Geraldine Chaplin, hija de Charlie Chaplin, ha ofrecido este 25 de octubre en la Seminci una clase magistral en la que el humor ha estado muy presente. Dirigida por el director del Festival, Javier Angulo, ha llevado a los espectadores por un viaje a lo largo de su carrera como actriz. Desde que anunció que quería dedicarse al mundo de cine no ha hecho más que trabajar de ello, y cuenta hasta el día de hoy con 150 películas como actriz. “Voy a ser actriz, esto debe ser facilísimo con el apellido que tengo”, afirma Chaplin, que luego descubrió que no era tan fácil hacer este trabajo.