ALUMBRAMIENTO

Dirección: Pau Teixidor 

Reparto: Sofía Milán, María Vázquez, Celia Lopera, Carmen Escudero, Paula Agulló.

 País: España Año: 2024

 Guion: Pau Teixidor, Lorena Iglesias Duración: 101 min.

Sinopsis: España, 1982. Lucía, de dieciséis años, se queda embarazada y su madre decide trasladarla a Madrid para dar fin a esta situación imprevista y no deseada. La joven ingresa en Peñagrande, un centro para adolescentes embarazadas donde forjará una fuerte amistad con sus compañeras y descubrirá que se le quiere arrebatar aquello que todavía no tiene, su propio hijo.

Crítica:

Alumbramiento: no hay palabra que encierre un significado mas bello y mágico que esta; dar luz a una vida. No hay acontecimiento mas maravilloso, ni mas grandioso que ese. Ni con tanta carga emocional.  Sin embargo, la cortedad mental bajo falsos principios morales, pueden actuar con toda crueldad en algunos casos y, así nos lo confirman algunas etapas de la historia de la humanidad al estigmatizar de una manera tan perversa hasta la destrucción y sin ningún remordimiento, a futuras madres, inocentes o no, porque los familiares consideraban que no le correspondía se supiese que iban a ser madres.

En 1982, España estaba en una efervescencia de cambio político y social, aunque la estructura mental de lo que debía ser la moral y la familia, introducida por el régimen y la iglesia durante tantos años en las mentes de los ciudadanos, estaba tan arraigada en las conciencias y los estamentos que la sociedad tardaría mucho en operar transformación alguna, aunque una parte de esta creyera lo contrario.

Es en esa época donde Pau Teixidor, inteligentemente y después de mucha investigación de hechos, sitúa la película, para contarnos la odisea de unas adolescentes -se entiende que de familias bien situadas económicamente- con tintes de negrura de la edad media, ha documentado lo que sucedía como una práctica real de nuestra historia reciente. Las menores de edad que habían quedado en cinta, engañadas o no, se les recluía por un tiempo en un centro administrado por monjas -previo pago por sus familias- el tiempo que duraba su estancia hasta el alumbramiento. Por lo general después del parto se les comunicaba que el bebé, desgraciadamente, había fallecido y, una nueva vida empezaba para las muchachas. Algunas intentaban olvidar la experiencia. La mayoría quedaban marcadas psicológicamente de por vida como chicas malas.  

La película se centra en narrarnos la historia de Lucia, temblorosa, insegura, sin enterarse muy bien lo que está pasando, llena de miedos, desde el momento que sus padres la internan en el centro con otras muchachas en similar situación, bajo una tutela férrea y severa de las monjas. Nada más entrar, la superiora, para concienciarla   le lanza una frase rotunda -. Lucía ¿recuerdas que de pequeña te decían que los niños los traía la cigüeña? Pues ahora tu eres la cigüeña-.  Allí aprende de las compañeras a aceptar su caso de una manera personal, aunque en realidad todas son Lucia, cada una es un mundo en ebullición propio de su edad. Como las hay mas inquietas que no se resignan al encierro, recurren espontáneamente a una escapada nocturna para ir a bailar a una discoteca y ofrecernos algunas de las imágenes más divertidas y a la vez mas desoladoras de la película pidiendo ayuda donde no la pueden encontrar. A la vuelta al centro una cuidadora le dice a una de las chicas que han intentado fugarse, otra de las frases rotundas de la película ¿por qué te quieres ir a casa, para que tu padre te haga otro bombo?

Es una película donde el director impregna en cada escena esa sensación de encierro, angustia y desamparo que sienten las muchachas en su soledad. Contemplamos moverse en la pantalla a Lucia y a sus compañeras con el miedo, la desorientación y la impotencia que vemos a los animales detrás de las rejas en el zoo.  

Pau Teixidor y Lorena Iglesias como guionistas, consiguen 100 minutos de película bien aprovechables, sin distorsiones de la realidad ni manierismos en el discurso cinematográfico, pero trasmitiendo toda la sordidez que el tema conlleva. Para ello, ha sabido extraer de las jóvenes actrices la carga emocional del drama que vive en su interior -especialmente- el personaje principal, interpretado por una Sofía Milan que transmite su estado emocional en sus silencios, en su mirada, en su temblorosa rabia contenida, ahorrándose palabras pero sí derrochando emociones con su actuación, cosa que es también atribuible a la buena a la sabia orientación del director, que en su debut cinematográfico nos ofrece una obra sólida y nos alienta a tener en cuenta su nombre en próximos trabajos.

Pepe Méndez