PELÍCULA CATALANA DEL AÑO A DEBATE
Año: 2023
Duración: 112 min.
País: España
Dirección: Elena Martín
Guion: Elena Martín, Clara Roquet
Reparto: Elena Martín, Oriol Pla, Álex Brendemülh, Clara Segura, Claudia Malagelada, Carla Linares, Mila Borrás.
Fotografía: Alana Mejía González
Compañías: Vilaüt Films, Lastor Media, Avalon P.C, Elastica Films, TV3, Filmin
Sinopsis: Tras mudarse con su pareja a un nuevo hogar, Mila se da cuenta de que la pérdida de deseo con su marido se encuentra en sí misma. A partir de ahí, empieza un viaje en el que revisita experiencias de su infancia y adolescencia con la esperanza de reconciliarse con su propio cuerpo.
Una película con tan sólidos planteamientos como la tensa inquietud que sobrevuela durante toda la proyección. En el guion escrito entre la directora Elena Martin y Clara Roquet (para mi una de las mejores guionistas del panorama audiovisual catalán) hay mas preguntas que respuestas, porque evoca un mundo de sensibilidades infantiles relacionadas con el despertar del sexo y como afecta, o puede afectar a una niña de 7 años ver los juegos -discretos pero con cierta carga erótica- de los mayores, y arrastrar algunos traumas de comportamientos en las relaciones con sus parejas cuando ella ya es adulta. Los humanos, como la mayoría de las demás especies se aprendemos de lo que vemos y Mila, en el despertar de su infancia, intenta imitar ingenuamente y por pura llamada de la naturaleza, comportamientos relacionados con el sexo, pero tomados por ella como juegos, a lo que sus padres que han procesado un concepto moral religioso del pecado, se escandalizan y le reprenden severamente sin explicación alguna y que la tierna sensibilidad de Mila entenderá como falta de afecto.
La directora expone la disyuntiva dramática -seguramente planteada como una teoría personal- de como la falta de afectuosas caricias en la infancia por parte del padre, pueden crear en la adultez una paralización emocional en la práctica sexual con su actual pareja. Mila, el personaje principal, también interpretado por Elena Martín, quiere descubrir la razón de los bloqueos de su organismo sin plantearse si la razón es física o psíquica.
No sabemos si los planteamientos que vierte la directora en este drama lleno de carga psicológica están fundamentados científicamente o son fruto de su experiencia personal, pero lo que si sabemos es que hay escenas, algunas de ellas delicadas, a veces más bien rocosas, que inquietan por igual a los espectadores de ambos géneros, seguramente porque reconocemos ciertos comportamientos de los niños en la relación con sus padres, cuando se tratan de temas tabú, como son el ver el descubrimiento del sexo en los hijos, que al no saber cómo tratarlos, se los ocultamos taxativamente y, esa evidencia de la que ahora somos conscientes, puede que nos sonroje porque no supimos abordarla correctamente en su momento.
Sean o no el resultado de realidades vividas o inventadas, la película está contada sin escatimar detalles, cuyas imágenes la llenan de autenticidad y verismo. La torpeza e inseguridad que muestran los actores en las escenas más íntimas para dar credibilidad a los personajes es tan angustiosa que nos traspasan sus emociones y nos perturban de tal forma que debemos felicitarles por lograr el propósito deseado en la obra.
Es un film incómodo, pero de buena factura, buen ritmo e interpretaciones naturales, sin complejos de carnalidad, ideal para abrir debates con presencia de expertos en la materia, sobre el aprendizaje de comportamientos y eternas relaciones entre padres, hijos e hijas en edades preadolescentes y adolescentes, con psicólogos y sexólogos capaces de clarificar conceptos respecto al tratamiento de una correcta o adecuada educación sexual. Película insólita, valiente por su tratamiento y el descaro desinhibido en mostrar la intimidad del cuerpo femenino con total naturalidad. Puede gustar o disgustar, estar de acuerdo o no en cosas que vemos y se dicen planteadas como teorías, pero seguro que no nos dejará indiferentes.
Pido disculpas si he sido algo reiterativo al hablar de Creature, pero he intentado destacar el punto central de la historia, que ha sido, por supuesto, lo que me ha interesado. De la forma no hablaré, aunque tiene sus pecados.
P. M.