Crimes of the Future

Año: 2022

Duración: 107 min.

País: Canadá

Dirección: David Cronenberg

Guion: David Cronenberg

Música: Howard Shore

Fotografía: Douglas Koch

Reparto

Viggo Mortensen, Léa Seydoux, Kristen Stewart, Scott Speedman, Welket Bungué, Don McKellar, Lihi Kornowski, Tanaya Beatty, Nadia Litz

Coproducción Canadá-Grecia-Reino Unido-Francia; 

Sinopsis

En el futuro el cuerpo humano se adapta a un entorno artificial, entonces la ciencia aprovecha para nuevas transformaciones y mutaciones. Con la ayuda de su compañera Caprice (Léa Seydoux), Saul Tenser (Viggo Mortensen), célebre artista performativo, escenifican, abriéndose en canal, la metamorfosis de sus órganos en espectáculos de vanguardia. Simultáneamente un grupo misterioso aparece: desean aprovechar la fama de Saul para revelar al mundo la próxima etapa de la evolución humana.

Crítica:

En esta película, David Cronenberg lleva al sumun la paranoia de sus obsesiones deconstructivas de la naturaleza del ser humano y, vuelve a la esencia misma del cine que lleva en las vísceras. Pocas veces una película consigue ser tan provocativa, y me atrevo a afirmar que, tan deliberadamente repulsiva como la sensación que produce ver algunas escenas de “Crímenes del futuro”.

Toda su filmografía esta llena de cataclismos internos de sus personajes, casi siempre eclosiones psicológicas y físicas inesperadas que hacen cambiar su comportamiento y, de una manera abrupta el ritmo de la vida de estos, de tal forma que, con frecuencia se asoman al caos de lo que les rodea y, como consecuencia, a su propio interior. En “Crash” (1996) un trágico accidente une a los accidentados; en “Un método peligroso” (2011) la tormentosa historia de relación entre Carl Jung y los experimentos de Sigmund Freud en relación al sexo, revoluciona los convencionalismos sociales, involucrando, aparte de sus pacientes a sus propias familias; en “Cosmópolis” (2012) los disturbios sociales hacen aflorar las vísceras enfermas de una sociedad corrompida, y en “Mapa de las estrellas”(2014) disecciona la parte oscura del espíritu creando un desasosegante y tenebroso melodrama entre seres aparentemente afectivos y con relación de estrecho parentesco. Todo eso, siempre contado a través de una construcción de imágenes desbordantes cuyo impacto provocan al espectador una permanente inquietud cercana al rechazo, pero como un juego de magia algo macabro, a veces paraliza y también nos subyuga.

Pues bien, “Crímenes del futuro” es un macabro juego de magia permanente, difícil de asimilar mientras estás en la sala, cuyo rechazo te atrapa y a la vez te inmoviliza. Mientras procuras salir -sin conseguirlo- de esa especie de locura futurista, intentas racionalizar lo que estas viendo y situarte en la mente del creador, para entenderlo y atenuar esa comprensión de derroche cercano a la paranoia en la que ha entrado Cronenberg con esta película.

Podemos decir que es un visionario de la irracionalidad a la vez que poner en valor su mente creativa, para mi, demasiado truculenta en este caso. Me ha parecido que ha sintetizado en este film la pureza de carga de imágenes e ideas que durante toda su carrera ha guardado en su mente como artista. Aunque para algunos aquí haya traspasado los límites. Un film interesante por lo inhabitual de su propuesta, aunque con personajes deshumanizados, más cercanos a la robótica que a seres de carne y hueso, y que por tanto, pese  a las buenas interpretaciones de Viggo Mortensen y la hermosa y enigmática Léa Seydoux, no podemos acercarnos a ellos con simpatía ni empatizar con ninguno, y ese es un punto de alejamiento a la historia que nos cuenta, por mucho que se quiera acercar a la ciencia ficción del hombre del futuro.

Pepe Méndez