Título original: Off the Rails

Año: 2021

Duración: 94 min.

País: Reino Unido

Dirección: Jules Williamson

Guion: Jordan Waller

Música: Mario Grigorov

Reparto

Kelly PrestonJenny SeagroveSally PhillipsFranco NeroJudi DenchBen MillerPeter BowlesAndrea CorrJordan WallerElizabeth Dormer-PhillipsCarlos MagnussonToni SastreLaurent C. Lucas.

Sinopsis

Tres amigas en la cincuentena recrean un viaje en tren a través de Europa, pero esta vez Maddie, de 17 años, ocupa el lugar de su madre, cumpliendo su último deseo, estar un día determinado a una hora específica en la catedral de Palma.

Crítica:

En las películas cuyo tema central es un viaje siempre depositamos una esperanza de que la historia estará llena de estimulantes expectativas, sea por el símil que tiene con el viaje que comprende nuestra vida, o por aquello de embarcarnos en lugares, culturas y costumbres sin movernos de nuestro asiento, o, por la incógnita de la aventura en la que vamos a sumergirnos y que podría asemejarse con la nuestra si estuviéramos en el lugar de los personajes. La avidez de aprender, de conocer partes del mundo que no hemos estado o, reconocerlos desde otra perspectiva si es que ya hemos pisado ese lugar. También, por el hecho de saber que un viaje siempre es una aventura, aunque, como en este caso, se trate de repetir un itinerario que ya han realizado hace 30 años. Pero los lugares, espacios y personas cambian, así que todo será diferente.

En este recorrido, el viaje de las 3 mujeres mas la hija de la desaparecida es un homenaje dedicado a la amiga que ya no está, aunque, por supuesto, nada saldrá como habían pensado, exceptuando el encuentro final en la Catedral de Palma de Mallorca, para contemplar por segunda vez el fenómeno de luz multicolor que solo un día al año, a una hora determinada, proyectan los rosetones de la catedral al filtrarse el Sol a través de ellos, en una espectacular conjunción única, y a la que ese derroche de luz casi mágica ellas llamarán “la discoteca de Dios”.

El film, que quiere tener un aire de modernidad a través de presentarnos unos personajes libres que van superando etapas de dificultad y desencantos del viaje con derroche de buena voluntad, se va quedando algo encorsetado en algunos tópicos de los que precisamente quiere huir y, pasa por momentos en que los que el entramado de estrategias para superarlas dejan de interesarnos pero que, los escenarios por los que se desarrolla la historia y el gran trabajo actoral, así como la seducción de las/ y los intérpretes reconducen la atención por la historia.

La realizadora británica de televisión Jules Williamson, en su debut en el largometraje, aunque lo plantee como un mix de road movie, o road trip desenfadada en clave de comedia simpática sin más, ha rentabilizado poco los bellos espacios que marcan el itinerario de los personajes: ciudades y pueblos de Francia, Italia, y de España; así como también ha dejado de profundizar en la idiosincrasia de sus ciudadanos en la actualidad -en relación al anterior viaje treinta años atrás- tanto si hubiese sido de una manera pausada o sarcástica, o en plan jocoso, exprimiendo el lado más esperpéntico de los caracteres humanos, eso habría dado mayor explosividad humorística  al viaje.

Queda algo más marcado el retrato de contradicciones humanas en el comportamiento y relación de las cuatro mujeres entre ellas, y la manera que tiene cada una de solucionar los conflictos que van apareciendo, a veces dejándose seducir concienzudamente y, otras, lanzándose a la aventura osada y sin freno, en un reencuentro final tan bonito como poco creíble. Aunque, en definitiva, para ellas el viaje ha servido para redescubrirse a los cincuenta y conocer el poder que cada mujer tiene para proyectar su vida a cualquier edad. Ahí radica la esencia de la película.

El film sirve también como homenaje al último trabajo de Kelly Preston, actriz estadounidense desaparecida el verano pasado víctima de un cáncer, esposa de John Travolta y madre de sus dos hijos.

En cualquier caso, las cuatro actrices están metidas en sus personajes a un nivel magnífico.

Pepe Méndez