Año: 2020

Duración: 87 min.

País:  Palestina

Dirección: Mohammed Abou Nasser, Ahmad Abou Nasser

Guion: Mohammed Abou Nasser, Ahmad Abou Nasser

Música: Andre Matthias

Fotografía: Christophe Graillot

Reparto

Salim Dau, Hiam Abbass, Maisa Abd Elhadi, George Iskandar, Hitham Al Omai, Manal Awad, Majd Eid

Sinopsis

Issa, un pescador de Gaza de sesenta años, está secretamente enamorado de Siham, una mujer que trabaja en el mercado con su hija Leila. Cuando descubre una antigua estatua fálica de Apolo en sus redes de pesca, Issa la esconde, sin saber qué hacer con este misterioso y poderoso tesoro. Curiosamente, su confianza comienza a crecer y finalmente decide acercarse a Siham.

Premios

Crítica:

Es una comedia delicada, narrada con finura y sutil ironía. Cuenta una historia de amor entre casi dos desconocidos que, con aparentes encuentros fortuitos -no tanto por parte de él- y en contra de las ideas convencionales de familia y arraigadas costumbres sociales, se dejarán arrastrar por sus destinos.

Por su estilo, con escenas algo minimalistas y situaciones absurdas, pero profundamente poéticas, en donde se rezuma nobleza en el corazón y sentimientos inquebrantables, nos recuerda, inevitablemente, al cine de Jarmusch, a veces algo incomprensible pero siempre con esa chispa envuelta en la magia.

Aunque en el fondo es una historia intimista centrada en los sentimientos, no rehúye -y de que manera- de plantear los problemas culturales, sociales y políticos en los que hoy se tienen que desenvolver los ciudadanos de esa zona; desde la corrupción del sistema, la arbitrariedad policial en el trato a cualquier ciudadano, añadiendo a todo ello el endémico problema con Israel.

Los hermanos Tarzan y Aran Nasser (autores de la conocida y aplaudida Dégradé (1915) en donde dos peluqueras y diez clientas charlan sobre las modas y la belleza mientras en la calle los policías de Hamas apalean a grupos de manifestantes) también eligen aquí un tema íntimo y familiar para, de una manera sutil, en clave de comedia amena contada con fino humor, mostrarnos el macrocosmos en el que se desenvuelven los personajes. Los intérpretes Salim Dau, una especie de Chanquete palestino y Hiam Abbass, esta última ya utilizada en  Dégradé, desprenden una personalidad con suficiente carisma para digerir agradablemente esta inteligente comedia, sin dogmas, pero llena de matices y mensajes para no olvidar.

Pepe Méndez