Año: 2024

Duración: 83 min.

País: España

Dirección: Álex Montoya

Guion: Álex Montoya, Joana M. Ortueta. Novela gráfica: Paco Roca

Reparto: David Verdaguer, Óscar de la Fuente, Luis Callejo, Olivia Molina, María Romanillos, Lorena López, Marta Belenguer, Jordi Aguilar, Miguel Rellán.

 Música: Fernando Velázquez

Fotografía: Guillem Oliver

RAW Producciones, Nakamura Films, Haciendo la casa, RTVE

Sinopsis:

Tras la muerte de su padre, tres hermanos con sus familias se reúnen en la casa en la que pasaron los veranos de su infancia para llegar a un acuerdo sobre que hacer con la vivienda; si venderla o quedársela para alguno de los hermanos. Una decisión que resultará más difícil de lo esperado. Basada en la novela gráfica homónima de Paco Roca ganadora de un Premio Eisner en 2020.

 Crítica: Esta es una de las afortunadas adaptaciones que se hacen en cine sobre una obra literaria y que podemos disfrutar doblemente, primero con la lectura de la novela/gráfica de Paco Roca y, ahora, viendo la película de Alex Montoya que, por algún motivo será que recibió los reconocimientos de mejor guion, música y, sobre todo, el premio del público en el último Festival de Málaga.

Sirve “La casa” como herencia recibida por los hijos, para encontrarse con el pasado, desde el recuerdo de los alegres días de la infancia de los hermanos en el entorno de ese lugar, hasta la relación en que se distancian del progenitor, ya de adultos, instalados cada uno en la independencia de sus nuevas familias. Vuelven los recuerdos de aquellos momentos, ahora idealizados, aunque desinflados con el tiempo y, algunos reproches de incomprensión generacional, pero toda la narración discurre llevada con mucho temple, mucha calma y la máxima armonía posible que como seres civilizados pueden controlar, a pesar de que surjan momentos inevitables de fuego cruzado verbal. Se une la nostalgia con el humor y, un soterrado sentimiento de culpa por no haber estado más cerca del ser que ya se ha perdido.

La película pasa, también, por momentos de fina ironía no siempre bien recibida por todos, que culmina en una tensión que provoca un amago de romper la buena voluntad de ese encuentro. Pero mayormente y a pesar de los contrastes de algunos personajes, percibimos una permanente ternura que impregna toda esta comedia dramática. Debemos poner en valor el equilibrio lleno de respeto que aportan las mujeres para rebajar momentos de tensión y contribuir en la toma de decisiones últimas, y como la presencia e intervención inocente y tierna de los niños es capaz armoniza cualquier amago ostentoso de discusión.

Toda esa atmósfera de pequeña gran comedia lograda en esta película se debe en gran parte al conjunto de actores y actrices elegidos por Álex Montoya para dar vida a los personajes que se citan en “La casa” y que, con sus deliciosas y acertadas interpretaciones crean un clima de complicidad y verismo de excelencia, sobre todo por su simplicidad en transmitir la realidad de las relaciones humanas.

Mencionar, también, un montaje con unas pocas y acertadas transiciones que hacen avanzar la historia de una manera ágil. Una fotografía de Guillem Oliver que recrea el lugar visualmente realista y agradable, acompañada por una banda sonora sin estridencias de Fernando Velázquez, que se hace familiar, completan una meritoria obra cinematográfica, de esas que la mayoría de espectadores sale complacido de la sala. P.M.