El festival más experimental y vanguardista de la temporada contó con un brand space de Absolut en el que la marca estuvo presente ofreciendo tres experiencias interactivas que se integraban perfectamente en los tres ejes temáticos del festival: música, creatividad y tecnología. Virtue, la agencia creativa de Vice, fue la encargada de implementar la presencia de la marca en distintos espacios del festival con tres activaciones en cada una de sus tres ubicaciones: Sónar Día, Sónar Noche y Sónar+D
En el Sónar Día se montó una instalación inmersiva junto al escenario principal en el que a modo de nebulosa los asistentes se sumergían en una niebla de colores definidos por ellos mismos al responder a un cuestionario previo al acceso a la instalación. Una vez dentro se irían difuminando y mezclando según se desplazaban por la instalación. Un espacio onírico y divertido que fue uno de los protagonistas en las redes sociales de muchos espectadores del festival.
Para impactar en el Sónar Noche se montó un canvas articulado alrededor de una barra abierta y presidido por un tótem de 6 metros de alto en el que se emitió la obra de Guasch a cuatro caras, expandida por el recinto a través de una especie de puertas definidas perimetralmente por líneas de LED que hicieron circular la pieza de Guasch atrayendo al espectador hacia el centro. La estructura, además de servir para proyectar los visuales del artista funcionó como cocktail bar durante la noche.
Durante el Sónar+D, la parte de congreso sobre creatividad e industrias creativas, se colaboró con la School for Poetic Computation, participando con una obra digital que mezclaba arte y código informático, imágenes y números. Mediante la yuxtaposición de dos pantallas, los visitantes podían ver, por un lado, el código de programación de algunos de los trabajos de artistas digitales y, por otro, la propuesta que iba creando el espectador.