PRISIONEROS DEL PASADO»
Año: 2024
Duración: 96 min.
País: España
Dirección: Abigail Schaaff/ Guion: Eric Moral, Núria Velasco
Reparto: Pablo Derqui, Ivan Benet, Pep Munné, Sañi Diallo, Miranda Munné, Lluc Miravete, Jorge Motos, Jeannine Mestre, María Molins.
Música: Laetitia Pansanel-Garric
Fotografía: José Cachón
Aguacate & Calabaza, Turanga Films, Inaudita, Crea SGR
Sinopsis:
Se acerca la Navidad y en un pequeño pueblo de montaña, tres niños intentan escapar del llamado “Home dels nassos” que el 31 de diciembre aparece y se lleva a los niños que han mentido durante el año. Pero ellos no son los únicos que lo temen: las mentiras del pasado también se pueden oler.
Crítica:
La película comienza como un cuento de terror para niños con carga moralizante, pero a medida que nos introducimos en la red social de un pequeño pueblo pirinaico, el corpus de la trama nos sumerge en una urdimbre de relaciones con personajes de mala uva, que no se toleran ni permiten conceder una tregua de paz a aquellos otros que fueron estigmatizados por alguna supuesta culpa, cometida en el pasado por alguno de sus familiares, desde hace tiempo desaparecido. Así que, el pretexto de la trama atemorizante infantil que es la leyenda de que – “L’home dels nassos” el 31 de diciembre aparece y se lleva a los niños mentirosos del pueblo- gira más adelante hacia lo que podríamos denominar como clásico del cine español “drama rural” con raíces de guerra civil y profundas enemistades entre vecinos por causas que no se aclararán hasta más avanzada la narración.
Aunque la historia está situada en el 1968, treinta años después de nuestra contienda, la “guerra civil tiene una presencia vital en el desenlace de la trama y en el carácter severo de los personajes mayores, moldeados en el franquismo, en donde la moral debía ser recta y los niños educados sin flaquezas. Nada es lo que parece y lo que empieza como una fantasía de cuento medieval con la mentira como tema central, deriva en desenmascarar las mentiras ocultas de los mayores, así como los deseos reprimidos de la época. Dentro de la variedad de temas que se exponen también entra la desconfianza hacia el extraño y el racismo soterrado que se percibe en cada uno de los vecinos.
En la película se plantean múltiples temas y no todos ellos quedan del todo resueltos, aparte de que esa variedad de subtramas, desvían el centro de atención debido al método discursivo elegido para desarrollar cada secuencia de las diferentes fases o partes dramáticas. El falso “viva Cartagena” del final, meloso y patriótico, queriendo enmendar cualquier desajuste previo del guion me ha parecido un recurso inapropiado y engañoso, aunque se supone que haya espectadores que lo agradezcan porque lleva su toque a la fibra del encuentro con la terruña.
La iluminación de tonos oscuros y contrastes de luz dura, tanto en el paisaje como en las figuras, dan el matiz de intensidad y gravedad correcta que requiere la historia, pero nos induce emocionalmente a no empatizar con ningún personaje. Entre los intérpretes destaca la actuación serena y de mando que realiza la veterana Jeannine Mestre, con un recital de control y poderío en cada escena que aparece.
Muy buenas intenciones de Abigail Schaaff en su intento de conseguir una buena película, que cuente cosas del país en el que vivimos y gentes cercanas, mezclando fantasía y crudo realismo, aunque en esta, su ópera prima cinematográfica se haya quedado a medias de sus deseos.
Pepe Méndez
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