(Drama en la granja)
Año: 2021:
Duración: 107 min.
País: España
Dirección y guion: Borja de la Vega
Reparto
Bruna Cusí, Ricardo Gómez, Eneko Sagardoy, Joe Manjón, Raquel Espada
Sinopsis:
Mía y su hermano Moi se refugian en una vieja y aislada casa de campo familiar. Con ellos vive Biel, el novio de Moi. Juntos los tres, tratan de descansar y curar algún tipo de trauma que ignoramos. Moi, vive ausente y en sobresalto por alguna dolorosa experiencia. La cosa se complicará aún más con la inesperada llegada de Mikel, el novio de Mía.
Opinión:
Juntar a cuatro personajes jóvenes en una “masía”, para, a través de una relación de armonía con la naturaleza y alejados de presiones sociales, solucionar problemas de bloqueos personales debido a algún desconocido trauma reciente, e intentar sanar heridas, puede ser un ejercicio cinematográfico brillante si se es capaz de ejecutarlo con un desarrollo atractivo y convincente para el espectador.
Pero Borja de la Vega se esfuerza en crear un drama psicológico plomizo que nos haga partícipes en desgranar ese misterio central que bloquea las relaciones, sin lograr que esos problemas desarrollados por personajes acartonados, los sintamos cercanos ni creíbles en ningún momento.
Pese al buen hacer y atractivo personal que irradia la presencia de Bruna Cusí, la narración no está a la altura para sentirnos interesados en una especie de juego lúgubre teatral de fin de semana en el campo, que parece pretender que sirva para despejar traumas, al estilo y propuesta de I. Bergman, pero sin la maestría ni el talento de este.
Para mí, la historia requiere algo mas de nervio, algo más fuerza y emocionalidad en la interpretación, más intensidad en la encarnación de los personajes, con recursos de emotividad capaces de ser captados en cada plano de los actores y que transmitan naturalidad para hacer partícipe al espectador.
Pese a esas carencias en la dramaturgia y, con la duda de si este era el casting adecuado para desarrollar esta historia, o si ha sido un mal enfoque en la dirección de actores, la película tiene su sello personal con algunos planos estéticamente curiosos que podríamos encuadrar entre el hiperrealismo pictórico y el minimalismo literario, detalles que le dan un valor extra.
Pepe Méndez