Del 13 al 15 de octubre, Cannes ha acogido el mercado internacional MIPJUNIOR, que ha contado con una asistencia de más de un millar de participantes provenientes de 66 países, entre compradores, vendedores, creadores de contenidos, titulares de derechos, investigadores e inversores internacionales interesados en el negocio de los contenidos dedicados a los públicos infantil y juvenil. Un mercado que ha hecho hincapié en analizar las tendencias de consumo de los públicos más jóvenes y la respuesta del sector de la producción al darle respuesta, yendo más allá de las fórmulas de éxito clásicas.
Sobre los nuevos hábitos de consumo de la infancia y la juventud hablamos de ello en el anterior artículo. ¿Y qué nuevos rasgos definitorios de las nuevas o futuras producciones se plantean? De las diversas presentaciones, conferencias y mesas redondas del intenso programa del mercado, hemos escogido dos que ejemplifican los grandes conceptos que pueden marcar las obras de éxito: hacer de la diversidad un argumento potente y positivo, y estimular la creatividad de los niños a partir de propuestas audiovisuales.
La diversidad de género o de opción sexual no se esconde ni se estigmatiza, se normaliza
De la productora alemana Beta film -famosa por la serie juvenil «Skam» adaptada por varias televisiones europeas- una de sus máximas responsables, Claudia Schmitt presentó un par de producciones, donde la diversidad sexual no está solamente presente en la trama, sino que termina siendo el eje motor de su argumento. En un caso, «Oskar’s dress», se trata de un largometraje donde un padre separado se hace cargo de su hijo, un niño que empieza a vestirse con ropa de niñas. La aceptación de la identidad del hijo y la gestión de este cambio ante el resto del resto de la familia, moverá una historia sensible, pero no azucarada, que ha tenido un buen éxito en las salas de cine alemanas. La diversidad en el centro de la narración audiovisual.
Con un posicionamiento aún más comprometido en el tema, Beta film está produciendo la segunda temporada de la serie Prisma, con cuatro adolescentes de protagonistas, dos de ellos hermanos gemelos, como protagonistas. Las identidades de género y las relaciones sentimentales y sexuales, serán tratadas sin subterfugios, con tanta naturalidad en la vida de los cuatro protagonistas como también en la complejidad de una sociedad, que todavía actúa con prejuicios frente a la diversidad de la condición humana. Los conflictos de la adolescencia son tratados sin subterfugios y sin renunciar a poner sobre la mesa un problema, ¡este sí!, como es del consumo de drogas entre los jóvenes. Una serie de ficción en la que, más que «hablar de los jóvenes», son los jóvenes los que protagonizan unas historias en las que el triángulo normalidad, diversidad y libertad apelan al conjunto de la audiencia y no sólo a los adolescentes. Los jóvenes como centro de la diversidad narrada audiovisualmente.
La creatividad ya no es solo unidireccional
A menudo, a menudo, cuando hablamos de creatividad en el audiovisual, lo hacemos pensando en la parte de la creación de los contenidos. Una creatividad, que significa buscar nuevos caminos narrativos y formales, que ha estado muy presente en todo este MIPJUNIOR, tanto en la mente de productores y distribuidores, como de los responsables de adquisiciones de televisiones y plataformas.
Otra de las muy interesantes conferencias de este MIPJUNIOR fue la protagonizada por la empresa fabricante de lápices de colores, Crayola. Su vicepresidenta ejecutiva de marketing, Victoria Lozano, presentó las líneas maestras de su nueva apuesta por los contenidos audiovisuales, definidas por dos factores. Uno, del que hemos hablado, es el de la diversidad, y que ya han desarrollado con productos como «24 colores del mundo», una caja de colores que reproduce las diversas tonalidades de la piel humana.
Y el otro valor es el de la creatividad. Lozano afirmó que «es una actividad vital, fundamental para potenciar el futuro de la mañana» y que, según los datos de investigación de la compañía, «el 92% de los padres cree que la creatividad es muy importante, pero muchos no saben cómo apoyarlo y creen necesaria una ayuda». Así, en lugar de producir contenidos audiovisuales vinculados directamente con un juguete, como sería el caso de LEGO, GI Joe o Barbie, Crayola Studios, quiere producir contenidos que fomenten la expresión creativa en palabras de Lozano. Una muestra de ello quiere ser una futura producción que podemos definir claramente como transmedia: llevar a las pantallas la serie de podcast «The alien adventures of Finn Caspian» que ya lleva cerca de doscientos capítulos.
Del proceso de pasar del producto físico para el juego y el aprendizaje infantil a los contenidos audiovisuales, tenemos un pequeño ejemplo con la empresa catalana de juguetes IMC Toys, que ha puesto en una plataforma digital donde sus juguetes se convierten en protagonistas de pequeños videojuegos y series de corta duración. Una vía de desarrollo industrial de la propiedad intelectual que, seguro, podría ser una de las prospecciones estratégicas del más de un centenar de empresas e instituciones que integran el Kid’s Cluster catalán.
De merchandising e impulso de la IP en el audiovisual
La importancia estratégica del licensing, que permite el crecimiento de la industria audiovisual por la vía de conseguir nuevas vías de ingresos a partir de la explotación comercial de la propiedad intelectual de un personaje o serie, desde el merchandising y más allá, y también los contenidos transmedia, han sido dos protagonistas de este MIPJUNIOR.
Sobre este licensing, cabe señalar el gran merchandising vinculado a videojuegos como Angry Birds o Minecraft. Estos dos son algunos del éxito que recogen no una, sino dos gruesas publicaciones dedicadas a este sector, que han sido distribuidas durante el mercado y que demuestran su importancia. Un caso bien ilustrativo es la serie Pokémon, que a sus más de un millar de episodios, se le han sumado ya 23 películas estrenadas en la gran pantalla, 15 aplicaciones (app) en los móviles, videojuegos y artículos de merchandising de todo tipo. Toda esta oferta habría generado en todo el mundo unas ventas por valor de más de 11.000 millones de dólares. En Cataluña, salvando todas las distancias necesarias, tenemos algunos ejemplos exitosos de este merchandising que proviene de personajes televisivos, como sería el caso del simpático Mic del SX3, el canal infantil de TV3.
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