Pasión y compromiso

Año: 2020

Duración: 107 min.

País: Italia

Dirección y guion: Susanna Nicchiarelli

Reparto

Romola GaraiPatrick KennedyFelicity MontaguKarina FernándezOliver ChrisEmma CunniffeJohn Gordon SinclairPhilip GröningGeorge ArrendellCélestin Ryelandt

Sinopsis

Eleanor es la hija más joven de Karl Marx. Siendo una de las primeras mujeres que relaciona el feminismo con el socialismo, defiende los derechos de los trabajadores, de las mujeres y lucha por la abolición del trabajo infantil. En 1883 conoce a Edward Aveling y se ve inmersa en una ardiente historia de amor.

Crítica:

        Desde una perspectiva de puesta a punto estética y descripción histórica, Miss Marx puede pasar como un biopic con una ambientación de la época, atmósfera y diseño impecable. Debemos valorar positivamente, también, el minucioso seguimiento que hace del personaje Eleonor, en su vertiente emocional en relación a su padre, una vez desaparecido de su vida, que, en cuanto a perfil biográfico es excelente; además, la enmarca en esa corriente de luchadora social infatigable, continuadora del ideario de su progenitor por mejorar las clases injustamente desfavorecidas: obreros, mujeres y niños explotados en los entornos laborales y familiares, bajo la dictadura del patrono o de los de la figura paternal, tratados hasta entonces con unas reglas de sometimiento poco humanas y cercanas a las de la Edad Media.

     En el film, Eleonor, se presenta combinando esa labor de mujer luchadora, decidida, respetada y con autoridad, con su vida íntimo/sentimental, pero con la dificultad de disfrutar de una vida afectiva plena con total libertad, un sueño algo quimérico dada la equivocada elección de sus amores.

       Elogiosa es, asimismo, el reflejo de la atmósfera de los ambientes intelectuales y el pensamiento artístico y filosófico lleno de humana modernidad en el que se movía Eleonor, que alentaban acciones para cambiar las cosas y acabar, a través del intelecto, con muchas de las ideas retrógradas. Ahí aparecen personajes que le apoyarán toda su vida como Engels (amigo de su padre e ideólogo del socialismo), Ibsen, al cual Eleonor le tradujo Casa de muñecas (considerada la primera obra de teatro feminista) o Bernard Shaw, mucho más joven que ella.

         El arranque de la película es contundente, y esa primera escena fijará como preludio, la comprensión por el destino de todo el devenir en el recorrido de una vida que se esforzó para lograr ser feliz amando en libertad, sin importarle la opinión de los demás, pero, por encima de sus aspiraciones personales, frustraciones o logros sentimentales, lo más importante fue su incansable entrega a la causa humana de mejorar el mundo en el que le tocó vivir.

      Susanna Nicchiarelli ha dirigido con metódico gusto artístico esta interesante historia que, por su lucha feminista de reivindicación por la igualdad de género puede resultar de vigencia actual, aparte del noble hecho de descubrirnos a un personaje de gran valor histórica pero apenas conocido, ya que se movió a la sombra de las ideas y raíces plantadas por su padre.

      En cualquier caso, dentro de toda ese intento de perfección narrativo, nos llama la atención la falta de empatía que notamos en muchas fases de la película, porque tratándose de una historia tan interesante está contada con tanta frialdad que no logramos apasionarnos por el personaje ni por algunas de sus problemáticas circunstancias y ese es un déficit que lastra la relación entre la obra y el espectador. Los actores están bien, la ambientación artística es casi perfecta, los diálogos son correctos e ilustrativos, la fotografía es excelente, la música es adecuada y el ritmo es aceptable. ¿Qué falla, entonces?

Mi percepción es que hay una carencia de PASIÓN.

En otro momento se diría, falta “El toque Lubistz”. Pero, claro, “no hay obra de arte perfecta”.

Pepe Méndez