Cada año, diversas instituciones formativas y canales televisivos llevan a cabo en Barcelona, Miniput. La iniciativa podría definirse, en cierta forma, como una versión reducida del encuentro que hacen las televisiones publicas mundiales –Input- donde se presentan los formatos televisivos más innovadores y donde se intercambian ideas y contactos…
En esta edición del Miniput, que ha tenido lugar en el CCCB de Barcelona hemos podido ver interesantes propuestas de formatos y programas que ensanchan hasta términos inusitados las posibilidades del medio televisivo. Recomendaría a los responsables de contenidos más inquietos de las televisiones a hacer un rápido «tour» por la oferta de la convocatoria, en los propios «links» que ya hemos publicado en esta misma comunidad.
Quizá el adecuado colofón de estas actividades fuera la polémica mesa redonda final del evento entre «broadcasters» y «youtubers»,.La mesa la componía un espectro variado: Desde el responsable de la televisión metropolitana Barcelona Televisión, guionistas de Minoría Absoluta, una productora que lleva a cabo un programa exitoso de política local, parodiando los políticos más allá de lo que suponian las distintas versiones del guiñol de Canal+ y ya en el sector más «yiutubers» un creador de un canal propio y ensambladores de los llamados «canales de marcas» en youtube-
Quizá el adecuado colofón de estas actividades fuera la polémica mesa redonda final del evento entre «broadcasters» y «youtubers»,.La mesa la componía un espectro variado: Desde el responsable de la televisión metropolitana Barcelona Televisión, guionistas de Minoría Absoluta, una productora que lleva a cabo un programa exitoso de política local, parodiando los políticos más allá de lo que suponian las distintas versiones del guiñol de Canal+ y ya en el sector más «yiutubers» un creador de un canal propio y ensambladores de los llamados «canales de marcas» en youtube-
En esta apresurada crónica quizá merezca la pena detenerse en algunas consideraciones que se afirmaron en esta mesa redonda: Por un lado, la constatación de la brecha digital en la forma de ver televisión: mientras la mayor parte del lo que podría definirse como «generación senior» sigue viendo televisión de forma líneal, siguiendo las indicaciones de una parrilla horaria, la «generación junior» decide que quiere ver, a que hora y en que dispositivo: la televisión a la carta funciona en estos segmentos. Resulta curioso que a pesar de tantos análisis de audiencias y tantas reflexiones sesudas, la generación de «los mayores» que están en nuestro sector, sólo advierten de como se «consume televisión cuando tiene hijos en casa y constata empíricamente como ven televisión las nuevas generaciones.
En paralelo a esta primera constatación y muy en línea con esta afirmación se constata que las nuevas generaciones ven mucha televisión «youtube» sin ninguno de los corsés de contenidos que tienen los broadcasters tradicionales pendientes siempre de la corrección política y social…
En paralelo a esta primera constatación y muy en línea con esta afirmación se constata que las nuevas generaciones ven mucha televisión «youtube» sin ninguno de los corsés de contenidos que tienen los broadcasters tradicionales pendientes siempre de la corrección política y social…
Se da la paradoja para desespero de los programadores que algunos canales de youtube alcanzan millones de visitas, millones de impactos imposibles de conseguir en la televisión tradicional…
Esta es una realidad que se está fraguando en todos los países. Mientras la televisión se fue implantando gradualmente en los sesenta del siglo pasado en distintos países, ahora mismo esta «brecha» tiene una dimensión internacional que aparece allí donde junto al televisor tradicional puede accederse a Internet con unos mínimos de anchos de banda… Incluso ahí, la calidad de la señal podría parecer el mayor diferenciador de unos países a otros, pero tampoco parece éste el problema de mayor calado, ya que allí donde existen dificultades para un visionado secuencial en streaming, los internautas jovenes se bajan los contenidos al dispositivo local.
Esta es una realidad que se está fraguando en todos los países. Mientras la televisión se fue implantando gradualmente en los sesenta del siglo pasado en distintos países, ahora mismo esta «brecha» tiene una dimensión internacional que aparece allí donde junto al televisor tradicional puede accederse a Internet con unos mínimos de anchos de banda… Incluso ahí, la calidad de la señal podría parecer el mayor diferenciador de unos países a otros, pero tampoco parece éste el problema de mayor calado, ya que allí donde existen dificultades para un visionado secuencial en streaming, los internautas jovenes se bajan los contenidos al dispositivo local.
A mi entender, éstas serían las consideraciones importantes que ha traido la edición de este año de Miniput, en el CCCB de Barcelona. En otro post comentamos con mayor profundidad como reaccionan unos y otros ante esta realidad…