(CONVERGENCIAS)

Falling Into Place

Año: 2023

Duración: 113 min.

País: Alemania

Dirección y guion: Aylin Tezel

Reparto: Aylin Tezel, Chris Fulton, Rory Fleck-Byrne, Alexandra Dowling, Olwen Fouere

Música: Ben Lukas BoysenJon Hopkins

Fotografía: Julian Krubasik

Coproducción: Alemania-Reino Unido

Sinopsis:

Kira e Ian, dejando ambos atrás sus vidas y sus problemas, se encuentran durante un fin de semana de invierno en la isla escocesa de Skye. Su conexión es instantánea y profunda. De regreso a Londres, cada uno intenta seguir con su vida, pero deberán enfrentarse a su pasado antes de volver a encontrarse.

Crítica:

Puede que al principio nos cueste entrar en la historia, porque el juego de seducción en el encuentro de los personajes principales nos parezca embastado con algunos comportamientos ya vistos otras veces, pero pronto nos daremos cuenta que las cosas son más complejas para ambos de lo que se intuía y que, para que esa relación fragüe deberán sortear muchas trampas que irán apareciendo por sorpresa, pese a la oposición de ambos, dando solidez a una película que navega, por tiempos, entre la comedia romántica y el drama, para volver a la comedia con un toque de esperanza que la hace mas agradecida.

La joven directora y actriz alemana Aylin Tezel, demuestra solidez y dominio del medio para contar lo que pretende, y habilidad en la manera en la que quiere contarlo, no ahorrándose escenas complejas que, en momentos nos pueden despistar por lo incongruente o aparente contradicción del comportamiento de Ian con Kira, de la que se prenda desde el principio por, aparte de su dulce belleza, la buena sintonía entre ambos, con un trato seductor de respeto, dulzura y pasión correspondida, pero que de repente, por información aliena cambiará el carácter y el trato hacia Kira con rasgos de misterioso dramatismo que parecen acorralar la voluntad de Ian. ¿Qué ha sucedido para que su actitud se vuelva hierática con ella?

Aylin Tezel ha elegido un curioso paisaje donde, en medio de la campiña isleña se refleja la soledad y se intuye un sesgo de inquietud o tragedia, un lugar que crea carácter a los acontecimientos y puede evocar -en la primera parte del film- la atmósfera de lo absurdo o el experimentalismo que envuelve la literatura de Samuel Beckett, y, por otra parte, y en el otro extremo de la concepción del arte de la comunicación, la poesía que nos transmiten las películas de Wong Kar-Wai.

Pero la narración vence los presupuestos estéticos y canaliza la historia por el lado realista sin perder el halo romántico que envuelve toda historia de amor.

Como tantas veces ocurre en la vida real, el inextricable misterio de las casualidades marcan los caminos por los que estamos destinados a recorrer nuestras vidas, y de los que, a veces por desgracia y otras por fortuna, no podremos escapar.

Film romántico que no empalaga, con sentido del ritmo y chispas de humor, narrado con evidente seguridad para hacer compacta la historia en todas sus facetas, añadido al encanto de la pareja de intérpretes, se hace fácilmente disfrutable.

Pepe Méndez