¿Cuando se liberan los padres?
Título original: Chacun chez soi
Año: 2021
País: Francia
Dirección: Michèle Laroque
Guion: Julien Colombani, Michèle Laroque
Música: Maxime Desprez, Michaël Tordjman
Fotografía: Pierric Gantelmi d’Ille
Reparto
Michèle Laroque, Stéphane De Groodt, Alice de Lencquesaing, Olivier Rosenberg
Sinopsis
Catherine y Yann llevan años casados, pero desde que él vendió su negocio vive por y para los bonsáis y Catherine se siente ignorada. Por si fuera poco, la hija de la pareja, de 27 años, se planta en casa con su novio cuando los echan de su piso. Yann está sumido en una crisis de mediana edad y su esposa, Catherine, intentará que vuelvan a abandonar el nido para recuperar su anterior estabilidad.
Crítica:
La reconocidísima Michèle Laroque, con cerca de noventa títulos en su haber como actriz, presenta su segunda película como directora, en la que también interviene como guionista, además de reservarse el papel principal, que ciertamente desarrolla con elegancia y desparpajo de una manera natural, debido a su experiencia como comediante, tanto en cine como en teatro. Así que podemos decir que es una comedia que se mantiene, básicamente, por la pericia y buen hacer de los intérpretes, porque frente a Michèle Laroque se encuentra el popular y simpático actor y comediante cómico belga Stefane De Groodt, que borda su papel de padre, aparentemente distraído y desinteresado por las cuestiones íntimo familiares -solo le interesan los cuidados y cultivo de sus bonsáis- pero que en su interior percibe todo lo que pasa y arregla los desaguisados que, de una manera intencionada intenta montar su esposa, sin que ella perciba la intervención del marido hasta el final.
Sin llegar a la categoría de la alta comedia francesa te hace pasar un rato agradable, sobre todo, repetimos, por el buen plantel de actores y actrices que desfilan por esta historia, de reconocida solvencia para la comedia.
En el trascurso de la narración hay momentos que pierde algo de ritmo, al utilizar situaciones que se intuyen y, un humor algo manido y rancio. Aún así, es agradable en su conjunto, aunque no aporte nada nuevo ni nos llegue a sorprender con giros o sub-tramas que revitalicen la historia, pero la urdimbre circula por unas problemáticas muy actuales y reconocibles socialmente, en la que, sabemos que se ven atrapadas muchas familias, así que no nos cuesta reconocernos en esos pequeños líos familiares, tratados aquí con sarcasmo y matizando el sentido del ridículo, aspectos que la hacen llevadera, aunque no entusiasme.
Pepe Méndez