(El invitado ausente)

Año: 2022

País: España

Dirección: Ángeles González-Sinde

Guion: Ángeles González-Sinde. 

Música: Antonio Garamendi

Fotografía: Juan Carlos Gómez

Reparto

Susana AbaituaGinés García MillánAdriana OzoresDavid LuqueFernando Oyagüez

Productora

Tornasol Films, ICAA, Okolin Producciones Cinematográficas, EnBabia Films, RTVE

Sinopsis

Adaptación de la novela homónima autobiográfica de Gabriela Ybarra que narra las secuelas que supuso para su familia el asesinato a manos de ETA de su abuelo paterno, el empresario y político Javier de Ybarra, en el verano de 1977.

Crítica:

Entiendo que le haya servido de catarsis a Gabriela Ibarra escribir una novela sobre el impacto que le causó el asesinato de su abuelo, Javier Ybarra, a manos de ETA.

Comprendo que al leer el libro, Ángeles González-Sinde le impresionara lo que allí se cuenta y decidiera hacer una película de esa triste historia. Pero si pretendía, no digo ya impresionarnos, sino enternecernos, al poner este drama al servicio de la narración cinematográfica, lo ha contado de tal forma que ninguno de los dos ha salido beneficiado.

A pesar de que la película tiene una primera secuencia dramáticamente potente, González-Sinde no ha logrado trasmitir, a partir de ahí, los momentos sumamente angustiosos que pasó la familia, y gran parte de la sociedad que en su momento seguía aquellos sucesos día a día, hasta llegar al desenlace de trágico final. Y no lo ha hecho, porque la narración se enreda muy pronto en una alteración de tiempos mal enlazados que no nos dejan entrar en la escena y empatizar con los personajes, y, también, porque las escenas dramáticas están desarrolladas con falta de tensión, blandengues y poco realistas, con personajes carentes de pulsión dramática, incapaces de trasmitir verdad.

Tampoco ayuda la elección de algunos actores para interpretar personajes agrios, cuyo físico no acompaña al carácter requerido por la obra, así como, por otra parte, escenografías que son reales trasmiten la sensación de ser de cartón piedra, puestas para interpretar una escena teatral. En cuanto a los diálogos, parcos y, a veces tópicos y empalagosos, son de un aburrimiento que te hacen bostezar.

Después de haber visto últimamente una serie de películas tratando el tema, como Patria, Maixabel, y algunas otras, incluyendo algún documental, la película de González-Sinde queda empequeñecida y, a pesar del tema tratado y la buena intención, a “El comensal” no le auguramos ningún largo recorrido, no porque el tema no lo merezca, sino porque la película, aparte de la complejidad de su montaje frenando constantemente el ritmo de la historia, está rodada con frecuentes malas decisiones de inexperta dirección. Y eso el espectador lo nota.

Pepe Méndez