País: España

Dirección: Jaime Chávarri

Guion: Jaime ChávarriJosé Ángel Esteban. Novela: Fernando Aramburu Ginés García Millán

Reparto: Sergi López, Marta Nieto, Adrián Lastra, Roberto Enríquez, Vicky Peña, Paca Gabaldón, Celso Bugallo, Carla Campra.

Fotografía: Kiko de la Rica

Producción: La Pirueta FilmsRTVEICAADiputación de Ourense

Sinopsis:

En un aislado convento se reúnen una serie de poetas y escritores para celebrar unas jornadas anuales donde se desarrollarán debates y lecturas de poesías y, en donde se otorgará el premio al considerado poeta mas brillante del año. Allí se encontrarán viejas glorias de la literatura y jóvenes escritores emergentes. Unos envidiados, otros envidiosos, y algún otro acude en busca del encuentro de su antigua musa y perdido amor. Eso dará pie a imprevistos cruces sexuales y mostrará algunas caprichosas infidelidades. Todo ello es el resultado de la adaptación al cine que han hecho Jaime Chavarri y José Ángel Esteban de la novela “Ávidas pretensiones”, de Fernando Aramburu.  

Comentario crítico

Después de tantas críticas diversas y contradictorias, no siempre positivas, rompo una lanza por esta película de Jaime Chavarri y recomiendo a todo el mundo que vaya a verla, porque es como un verso libre dentro del cine actual español. “La manzana de oro” no es una película perfecta ni una obra maestra, es una comedia libre, radiografiando la caricatura de una serie de personajes a veces entrañables, otras miserables, siempre quejosos de las soledades de su espíritu, mostrando sin pudor a los colegas que le rodean su ego sibilino de artistas de seres superiores, de estar un peldaño por encima de los demás. De esta manera, La manzana de oro se convierte en una comedia voluntariamente histriónica casi siempre, bastante hilarante en momentos, dispersa en ocasiones, pero con mucha moralina y sorna sobre las envidias y frágiles estados emocionales de los poetas y escritores que se consideran artistas, personajes caprichosos con su pátina de amoralidad, que a veces puede desembocar en tragedia.

Es una obra siempre ágil, que avanza entre el drama y el esperpento, desafiando cualquier encasillamiento de género, con unas actuaciones excelentes cuyos actores y actrices te hacen disfrutar en todas sus apariciones, encarnado a sus personajes con luminosidad.

Y, hablando de iluminación hay que destacar la calidad fotográfica que el maestro Kiko de la Rica nos ofrece en cada escenario, alguno de ellos bastante complejo; tanto en interiores como en exteriores, en las situaciones diurnas como en las nocturnas, recurriendo a iluminaciones sobrias, precisas y sin estridencias, ayudando inteligentemente con su luz en todas ellas a entrar fácilmente en el leitmotiv dramático.

Una película para desprenderse de prejuicios y disfrutar de su libre desarrollo emocional.

Pepe Mendez