(Y EL DESTINO NOS VISITA)

País: España

Dirección: Caye Casas

Guion: Caye CasasCristina Borobia

Reparto: David Pareja, Estefania de los Santos, Claudia Riera, Josep Riera, Itziar Castro, Eduardo Antuña, Emilio Gaviria…

Fotografía: Alberto Morago

Alhena ProductionApocalipsis ProduccionesLa Charito Films

Sinopsis

María y Jesús acaban de ser padres, pero su relación de pareja no pasa por el mejor momento. Están en crisis y tienen varios problemas; lo que no imaginarán ni en sus peores pesadillas es que la compra de una mesita para el comedor se convertirá en la peor decisión de sus vidas.

Crítica:

La mesita del comedor es una de estas aventuras que surgen a fuerza de voluntad y empeño personal de alguien que quiere hacer una película, involucra un equipo de entusiastas y, con un mínimo presupuesto lo consigue. Además, su director y propulsor del proyecto Caye Casas logra un film muy digno, que no deja de interesarnos en ningún instante; que nos despista en los primeros momentos con la larga presentación de los personajes, pero que pone en alerta los sentidos para orientarnos en la disyuntiva real del punto central del drama y cuerpo del delito: la mesita irrompible del comedor, y que  mantiene el suspense vivo por la aparición de pequeñas subtramas, casi anecdóticas, pero que adquieren fuerza y capacidad de aumentar el enredo y la tensión en cada escena y aparición de personajes. Una tensión que a medida que avanza la historia nos va atrapando y se convierte en angustia, hasta tal punto que, con un lenguaje inicial de comedia dramática, por un golpe de efecto inesperado nos introduce en una película de terror. Un terror realista que el director lleva al extremo y que nos acongoja durante un gran rato.

Es una película doméstica, una de esas películas que podríamos llamar independientes, realizada, eso sí, con la pretensión de que se vea, que le impacte al público para que no la olvide fácilmente.

 Caye Casas y Cristina Borobia escriben un guion cuyo desarrollo avanza con las pautas dramáticas del buen teatro clásico de nudo trágico de suspense, algo corrosivo, y juega con el espectador hinchándole el globo de la tragedia y trasmitiéndole la tensión compulsiva que los personajes sienten en cada momento, incluso antes de que estalle el drama de cada situación. La película, con buen ritmo, acierta optando por el drama psicológico mas que por los efectos visuales, de tal forma que, en ese aspecto la podríamos considerar una película de horror relativamente limpia. Y ahí está el mérito, porque a la vez, y dentro de la cotidianidad de relaciones familiares en que se desenvuelve, es una película tan dura que no será del agrado de todos los públicos, aunque eso no la convierte en desmerecedora de ciertas virtudes ni le reste valores cinematográficos. Entre ellos está el buen montaje, una fotografía acertada, la buena interpretación de David Pareja y Estefanía de los Santos y la naturalidad de todos los demás. Destacamos la puesta en escena en imágenes de un buen guion (aunque se note la escasez de recursos), el punto satírico con toque de humor negro que imprime en ciertos momentos de algunas secuencias, y la parquedad de imágenes escabrosas utilizadas para desarrollar la arriesgada trama, sobre todo, sabiendo que es una película rodada con escasos medios y un tiempo limitado de rodaje.

A pesar de que el film no esté teniendo una distribución con igualdad de oportunidades para que pueda ser vista por el público en las salas, sin embargo, en su recorrido por festivales sí que está acaparando la atención y un reconocimiento considerable de película especial.

Si tienen oportunidad y aguante, no se la pierdan, es machacona.

Pepe Méndez