Modigliani, tres días en Montparnasse

Año: 2024/Duración: 114 min.
País: Reino Unido
Dirección: Johnny Depp
Guion: Jerzy Kromolowski, Mary Olson-Kromolowski. Obra: Dennis McIntyre
Reparto: Riccardo Scamarcio, Stephen Graham, Al Pacino, Antonia Desplat, Luisa Ranieri
Música: Sacha Puttnam, Stephen McLaughlin
Fotografía: Dariusz Wolski, Nicola Pecorini
Compañías: Coproducción Reino Unido-Estados Unidos-Italia;
Sinopsis
Tres días en la vida del artista creador, Amedeo Modigliani, que impone una visión pictórica nueva arrebatadora. Le acompaña una caótica serie de acontecimientos en las calles del París, una ciudad desgarrada por la guerra de 1916. En una huida de la policía, se replanta el deseo de abandonar su carrera como pintor, pero sus compañeros Maurice Utrillo, Chaim Soutine y la musa de Modi, Beatrice Hastings le convencen de que no lo haga. Tras una noche de alucinaciones, el caos en la mente de Modi alcanza su punto álgido cuando se enfrenta a un coleccionista americano, Maurice Gangnat, que en el menosprecio de sus palabras le hace reafirmarse como artista.
Crítica:
Una película desigual llena momentos en que los excesos saltan caprichosamente con la clara intención de ser un manifiesto del estado de ánimo de Amadeo Modigliani durante esos días de efervescencia mental y pasión desenfrenada. El director añade a la caótica y perturbadora situación social la visión desgarradora por la que atraviesa el artista, unos momentos de amor/odio con todo lo que le rodea, incluyendo a sus amigos y, hasta con su musa y amante Beatrice Hastings.
La película se mueve entre lo onírico, exagerado al máximo, y la desesperación total que ya no distingue entre la realidad y los sueños, adoptando una postura de burla por la vida, para saltarse todas las reglas y respeto de convivencia social. Dos mundos que no se fusionan. Esos excesos, a los que ha querido sumarse la visión propia del director Johnny Deep, sintiéndose como una prolongación del personaje protagonista, representado por Riccardo Scamarcio (su interpretación es quizá una de las mejores cosas de la película) entran en una corriente tan loca y sin sentido que, por querer matizar el espíritu hipersensible, libre y rebelde de Modigliani, y por ende a todo artista que se precie, pierde el sentido de la medida para entrar a veces en la parodia ridícula que no ha sabido controlar el director.
Tiene, eso sí, una evidente admiración por el tema y se esfuerza, de una manera arrebatadora, por conseguir una película única y moderna alejada de la narración clásica, introduciendo, en un intento de ruptura de lenguaje convencional la fusión de color con el blanco y negro, el tratamiento de la música y escenas de acelerados movimientos, aportaciones poco novedosas para un film que quiere impactar con su modernidad.
Creo que el exceso de pretenciosidad desvirtúa todos los valores que se hayan querido resaltar, tanto en la descripción argumental de la biografía del pintor como en el discurso narrativo que se ha elegido, aunque es posible que se convierta en un polémico film defendido por minorías. Tiene, sin embargo, esta descontrolada e irregular película algunas escenas salvables, -me atrevo a decir que muy buenas- entre las que se hallan el encuentro del pintor con el marchante Maurice Gangnat (Al Pacino), y algunos momentos de relación con su musa Beatrice Hastings (Antonia Desplat). A pesar de que en el último tercio la obra coge algo más de textura, el conjunto de la historia queda disuelta en muy poca cosa remarcable, con la excepción de que la parte técnica; iluminación, ambientación, escenografía, efectos y demás son intachables.
Pepe Méndez
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