Rodada en seis días, gracias al esfuerzo económico de sus impulsores y el crowdfunding, la cinta parte de la obra de teatro de Jordi Casanovas Ruz-Bárcenas, representada en el Teatro del Barrio. En un principio iba a ser una lectura dramatizada de las 300 páginas de declaraciones, pero se dieron cuenta de que llenaban el espacio escénico y decidieron hacer la producción, relató Ilundain, que fue uno de los espectadores y a raíz de ahí les propuso llevarla a la pantalla con los mismos protagonistas, Pedro Casablanc y Manolo Solo.
Jordi se dio cuenta de que no necesitaba inventar una historia, la historia estaba ahí. Un solo personaje aguanta 75 minutos en un tour de force con el juez Ruz, explicó el realizador, que se resistió a la tentación de modificar los hechos y salir de la sala de los juzgados en la cinta. El diálogo entre Bárcenas y los jueces es tan potente que si lo hubiéramos escrito no nos hubiera salido. Entonces, cualquier cosa que hagamos es peligrosa, porque se puede desvirtuar, manipular, conducir, resaltó.
El proceso de documentación para preparar esta historia le llevó a la pequeña sala de la Audiencia Nacional y a empaparse de las relaciones entre todos los presentes. Era una situación berlanguiana. El país entero estaba focalizado en un despacho de 20 metros cuadrados. Periodistas y jueces no tenían espacio. En pleno verano, con el aire acondicionado funcionando mal… eso es lo que intentamos reflejar, contó al público de la Academia.
Ilundain buscó la naturalidad y pidió a los operadores de cámara que actuaran como documentalistas que no saben quién va a hablar, si le van a interrumpir, pueden perder el foco etc. pero en su naturaleza no está salirse del plano ni hacer una toma mal por lo que hubo cosas que tuve que ‘estropear’ en postproducción para simular imprecisiones, reveló.
Sin mercado para el cine independiente
Internet ha sido de gran ayuda para promocionar B, que no contó con el apoyo de ninguna televisión ni subvención pública. Tuvimos más espectadores en sesiones promovidas por nosotros o por personas que nos apoyaban que en salas comerciales. Y luego en plataformas de vídeo on demand, reconoció este autor, que se pregunta ¿Qué mercado queda para la producción independiente y para que la gente sepa que existe y que puede ir a verla? Hay poquísimos lugares en las que mostrarlo y eso es terrible para recuperar la inversión.
Pese a las dificultades, Ilundain tiene claro que volvería en futuros proyectos a la temática de la actualidad social y política: Para que este país sea una democracia de mucha más calidad necesitamos hablar mucho más de lo que nos pasa, sentenció.
from Academia de cine
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