Hay especialistas en la materia que probablemente lo explicarían mejor, y con mayor propiedad. Hasta donde yo sé existe una IA, inteligencia artificial, que organiza ideas y reflexiones según unos parámetros, más o menos, lógicos. Los algoritmos serían, por tanto, un sucedáneo de esta AI: Actúan, por ejemplo, en las plataformas audiovisuales tomando decisiones en función del porcentaje de espectadores que dejan una serie a los 5 minutos, o en el primer capítulo etc… De esta misma serie en la plataforma se introducen robots en la red que permiten detectar la receptividad del producto en cuestión. Al final, y por poner una metáfora de actualidad, tenemos inmensos volcanes que van escupiendo una apabullante lava de datos, que la IA va interpretando como buenamente le han enseñado…Hasta aquí una visión simple y heterodoxa de  un tema que hay que tomarse con seriedad… Básicamente porque la IA podría llegar a eliminar esta familia de cine y del audiovisual, una red de complicidades que hemos creado prácticamente desde la invención del artefacto: ¿Al final, para qué se precisan actores si los podemos recrear virtualmente desde nuestros archivos? ¿Para que se necesitan productores arriesgados si nuestros algoritmos pueden calcular costes en función de parámetros como días de rodaje, escenas en exteriores etc…? Los productores acaban convirtiéndose así en una pieza de «mandados» en función de los requerimientos que detectan las plataformas, a partir de unos guiones creados por máquinas… Hay tanta oferta de producción audiovisual que las plataformas y sus malditos robots encuentran una historia exótica, en función de unas coordenadas de lo que demanda la audiencia y la acaban convirtiendo en un éxito mundial… y a los calamares me remito… Conclusiones parecidas pueden obtenerse repasando toda la cadena de producción y distribución… Inclusive ¿para qué necesitamos atender los críticos de cine si quince días antes de estrenar una película o una serie ya hemos filtrado en la red las motivaciones para que el estreno sea un éxito? Las comodidades que introduce Amazon dan al traste con todo lo que tenía de «próximo» y humano el comercio de barrio… Las plataformas pueden acabar «cargándose» todo un entramado creado con largos aprendizajes… Cierto que los «dinosaurios» tenemos que reciclarnos para seguir existiendo… pero puede que al final de esa transición ya no nos acabemos reconociendo como tales dinosaurios y no sabremos si habrá merecido la pena… 

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