ESTRELLAS ERRANTES

Año: 2024

Duración: 109 min.

País: España

Dirección: Isaki LacuestaPol Rodríguez

Guion: Isaki LacuestaFernando Navarro. Biografía sobre: Los Planetas

Reparto: Daniel Ibañez, Cristalino, Estefhanie Magnin, Mafo, Eduardo Rejón, Chesco Ruiz.

Música: Susana Hernández ‘Ylia’. Canciones: Los Planetas

Fotografía: Takuro Takeuchi

Coproducción España-Francia; 

La Terraza FilmsÁralan FilmsBTeam PicturesIkiru FilmsSideral CinemaLos Ilusos FilmsToxicosmos. Distribuidora: BTeam Pictures

Sinopsis

Granada, finales de los 90. En plena efervescencia artística y cultural, un grupo de música indie vive su momento más delicado: la bajista rompe con la banda buscando su sitio fuera de la música y el guitarrista está inmerso en una peligrosa espiral de autodestrucción. Nadie sabe que ese disco cambiará para siempre la escena musical de todo el país.

Crítica:

Segundo premio es una película que puede verse como un musical clásico, aunque no sea propiamente eso, pero tiene esa especie de magia propia de ese género que, en momento nos hace sentir que es una ensoñación romántica de pura ficción y otras, un documento real con música.

Creo no equivocarme al decir que en esta feliz co-dirección de Isaki Lacuesta con Pol Rodríguez, hallamos, seguramente, la película más redonda del director. Segundo premio es un viaje al infinito desde la soledad más pura hacia el reencuentro de pedazos del alma de compañeros, esparcidos por el camino, para tratar de convertirlos en nostálgicas melodías disfrazadas de rebeldes murmullos de soledad musicada. El alma y creador del conjunto, Jota (Daniel Ibañez) busca desesperadamente hacer emerger de nuevo como artistas al grupo, cuando para ellos el mundo está a punto de hundirse, a partir de que uno de los miembros principales a la que está unido sentimentalmente, Estefanía (Stephanie Magnin) la solista del bajo, decide cambiar el rumbo de su vida y les abandona.

Libre Reconstrucción de experiencias del grupo pop roquero Los Planetas, en un momento en que transitan sin rumbo en la inconcreción del todo o la nada (tanto en lo personal como en lo artístico) pero que, en una pirueta de resistencia, fuerza y abnegada entrega de solidaridad y compañerismo, logran hacernos partícipes de su aventura humana y musical en una recreación con momentos subyugantes, presentados a través de la cámara de Lacuesta con la intensidad precisa en cada momento.

Para hacer avanzar la historia y potenciarla de sustancia dramática, el film se elabora procurando utilizar cada canción conocida del repertorio del grupo, para describir cómo es cada uno de los miembros que lo componen, qué piensan y, el estado de ánimo en el que se encuentran en sus vidas,

 Además, el director apuesta desde el principio por una narrativa visual que ayuda a sumergirnos en una ensoñación -que es la que viven algunos de los personajes por los efectos de sustancias adictivas- buscando una realidad tangible que ya no existe, pero que se resisten a perder. Mientras la cámara capta las atmósferas cargadas con luces espesas y, movimientos circulares que envuelven al grupo y que matizan esos estados de ánimo, las notas musicales y las letras interpretadas por el solista se perciben como lamentos que refuerzan y dan cierto embrujo al conjunto en sus ensayos, mientras nos envuelven en esa sensación de narcosis grupal, muy unida a la generación de una época en determinados escenarios. En el fondo nos encontramos con una película con una carga filosófica de soledad, rebeldía, egoísmo y resistencia pero que, por cima de todo impera la amistad y el amor por lo que se hace.

Con “Segundo premioLacuesta reafirma su estilo y su querencia por crear historias que, partiendo de personajes reales, no son propiamente películas documentales ni películas de ficción y a la vez pueden englobarse en ambos géneros, cuyos personajes son desarrollados por actores improvisados llenos de normalidad que cuentan experiencias viscerales y que consiguen envolvernos en ellas, convirtiendo esos personajes en carismáticos.  Los sentimos cercanos y nos creemos sus historias porque su interés y todo el empeño de Isaki es descubrirnos una verdad con perspectiva que a veces intuimos pero que con frecuencia se nos escapa.

En Segundo premio encontramos el resultado de un gran trabajo de fotografía de Takuro Takeuchi (conocido por la serie “Apagón”) y una dirección artística de GigiaPellegrini, sobresaliente, con unas actuaciones convincentes, naturales y sin caer en fáciles histrionismos, teniendo en cuenta el tema que trata, en el que la música, las drogas y las relaciones sexuales se prodigan a veces sin control y, en las que muchos de ellos acaban atrapados. El montaje de Javi frutos es dinámico, utilizando esos planos largos que implementan a la vez cierto reposo reflexivo de introspección emocional.

Ese equilibrio de película compensada en todos sus campos tiene un valor mayor si pensamos lo difícil que se presentó el rodaje desde el principio, en unas circunstancias familiares tan adversas y dolorosas por las que atravesaba Isaki, al punto de que tuvo que dirigir gran parte de la rodaje a distancia, a través de un monitor, de ahí el gran valor y confianza en su ayudante Pol Rodriguez, en el que recaía toda la acción directa en el set, y que culmina con un resultado más que magnífico.

Pepe Méndez