(CARRETERA DE DOS DIRECCIONES)
Año: 2025/ Duración: 99 min./ País: Reino Unido
Dirección y guion: Harris Dickinson
Reparto: Frank Dillane, Meghan Northam,…
Música: Alan Myson/ Fotografía. Josée Deshaies
BBC Film, British Film Institute (BFI), Devisio Pictures, Somesuch & Co, Tricky Knot
Sinopsis:
En las calles de Londres, Mike, un joven sin hogar, lucha por sobrevivir mientras enfrenta su pasado y busca una salida a su situación. Su vida transcurre entre la marginalidad y breves destellos de esperanza. A medida que se adentra en un camino de autodescubrimiento, surgen oportunidades inesperadas que podrían marcar un nuevo comienzo.
Crítica:
El joven actor británico Harris Dickinson, intérprete de El triángulo de la tristeza (2022) película crítica e irreverente, se pone ahora detrás de la cámara para contarnos una cruda historia social desde un punto de vista muy personal, y mostrarnos un mundo con perspectiva bastante desalentadora -en la que se desprende un desánimo y falta de valores reales de un sector social joven en la frontera de la marginalidad- por superarse a través del esfuerzo personal, todo ello fruto de una cultura extendida en las redes, muy arraigada en la juventud de conseguirlo todo a través de la banalidad y la condescendencia pero que atrapa con poderío la voluntad fuera de la atractiva imagen que te vende.
No he entendido que sea una película benevolente ni con los personajes ni con el espectador, y quizá eso la hace más auténtica. El director de esta ópera prima, que también es el guionista, parece conocer bien el terreno por el que se mueve Mike, (Frank Dillane) el motor de esta historia, y a través de él nos transmite toda esa autenticidad.
La narración refleja el realismo social que, por parcelas y gremios hemos visto plantear a Ken Loach en casi cada una de sus películas, siempre centrándose en los problemas personales y humanos dentro de la comunidad de la que se rodean. Ese punto de vista de centrarse en lo que siente, busca y necesita la “persona” en su profundidad, es lo que también trata de mostrarnos Harris Dickinson a través de un personaje que desde el principio nos cae bien, pero que cada vez resulta mas complejo y conflictivo, dejándolo caer para después observar si es capaz de hacer reversible su situación. Un devenir sin respiro para el espectador en donde nos encontramos con inesperados desenlaces, secuencias llenas de encanto y buen rollo en contraste con otras que te pesan por incomprensibles.
Una espléndida y radiante fotografía de la francesa Josée Deshaies (“Efrain”,2016 “Passages”2023, o “La casa de la tolerancia”) iluminando escenarios con pinceladas de colorido y unas actuaciones brillantes, donde se matizan aspectos oscuros de una historia bastante certera pero llena de angustia, y en la que se reflejan comportamientos en la deriva de entornos sociales de jóvenes que caminan en dirección inversa a lo deseado por ellos, y en la que van perdiendo la orientación. Sintiéndose heridos y desmotivados se lanzan al vacío hacia un futuro de encuentros y desencuentros, cuyo final puede ser el principio; como un caminar en círculo infinito.
Una película con su punto descorazonador, pero con un poderoso discurso que se asemeja al vuelo libre de un pájaro. Ese es su atractivo, porque refleja un mundo en el que, de ninguna manera nos gustaría quedar a vivir, aunque tengamos la certeza de que nos lo encontraremos a la vuelta de la esquina.
Pepe Méndez




