(EL PaSADO SIEMPRE VUELVE)

The Dry:

Año 2020

País: Australia

Dirección: Robert Connolly

Guion: Robert Connolly, Harry Cripps. Novela: Jane Harper

Música: Peter Raeburn

Fotografía: Stefan Duscio

Reparto

Eric BanaSam CorlettGenevieve O’ReillyKeir O’DonnellJames FrechevilleMatt NableMartin Dingle WallEddie BarooJohn PolsonJoe KlocekBessie HollandClaude Scott-MitchellBeBe Bettencourt

Sinopsis

Un policía regresa a su ciudad natal para enfrentarse a los demonios de su pasado tras perder a su mejor amigo de la infancia en un terrible accidente de tráfico. (FILMAFFINITY)

Crítica

Años de sequía

Crítica:

En esta película, el director ha trasladado con maestría el drama descarnado que Jane Harper había narrado en su novela, creando esa intensidad que atrapa y, diría, necesario en cualquier buen film en el que se centra en esclarecer una acción criminal.

A lo largo del film asistimos a un desarrollo de calma tensa, como si una olla a presión estuviese a punto de estallar, con una fotografía espectacular del paisaje que nos evoca el western moderno y, a la vez, el thriller clásico bien construido. En ello, también ayuda la serena presencia de Eric Bana (sin duda, su mejor interpretación en años) como inspector empeñado en esclarecer un caso en el que, relacionado con su pasado, será inevitable su implicación personal. Esos inmensos parajes con rastrojos secos por falta de agua, paisajes desolados con los que comienza la película y que amenazan la ruina de muchas familias de ese pequeño pueblo australiano, es un anticipo de dramas personales y dosis de mala leche contenida durante años en donde la convivencia no es tan plácida como aparenta.

El discurso cinematográfico se centra en seguir una línea de investigación en presente, enriqueciendo el drama con la aportación de una serie de enigmas oscuros que parecen no llegar a ninguna parte, y la dinámica de ese desarrollo se rompe con una serie de flash backs, que intentan dar repuesta muda a los enigmas planteados y, esclarecer los puntos oscuros de la investigación, de esa forma, nada original pero efectiva, aportarán la luz que el espectador agradecido necesitaba para cerrar las heridas abiertas del pasado.

Robert Connolly dosifica la acción, cuyo discurso se desarrolla con elegancia, aunque plagada de momentos tensos, violencia primitiva y controlado suspense, y nos sumerge fácilmente en la atmósfera ayudados por la excelente puesta en escena, y, por el buen encaje y feeling de los actores y actrices con sus convincentes personajes.   

Pepe Méndez