
(LA FUERZA SALVAJE DE LA VOLUNTAD)
FRANCIA/ Año: 2024/ Duración: 103 min./
Dirección y guion: Agathe Riedinger
Reparto: Malou Khebizi, Idir Azougli, Andrea Bescond, Ashley Romano,..
Música: Audrey Ismael/ Fotografía: Noé Bach
Sinopsis
Liane, de 19 años, atrevida y tenaz, vive con su madre y su hermana pequeña bajo el sol polvoriento de Fréjus, en el sur de Francia. Obsesionada por la belleza y la necesidad de ser «alguien», ve en los realities la oportunidad de ser amada… Espera que el destino le sonria cuando se presenta para participar en «La isla de los milagros».
Crítica:
Liane vive en el margen limítrofe que separa la marginalidad de la gente corriente, esa que trabaja y forman familias estables, algo que ella no conoce. Vive con su madre, con la que apenas se comunica y cuida de su hermana pequeña. Vende por la calle, y hace trapicheos con artículos que compra en gangas o sustrae de comercios de moda. Desde hace un tiempo, la mayor parte de los beneficios que consigue los invierte en mejorar su imagen -retoca sus labios, sus pechos, sus caderas y exhibe nuevas prendas de vestir- se hace fotos provocadoramente sexis que cuelga en redes. A través de su imagen quiere alcanzar el éxito y conseguir ser una youtuber triunfadora. En eso pone todos sus esfuerzos, en vender imagen, gustar, ser deseada y triunfar. Pero la vida le es muy dura, los enfrentamientos con su madre sin frecuentes, no tiene pareja ni parece que lo desee -sabe que coartaría su libertad para conseguir su meta- aunque tiene encuentros con un pretendiente de su nivel social que la entiende y la respeta, pero lucha por no caer en la debilidad de caer presa de su atracción. También se relaciona esporádicamente con algunas amigas con las que procuran pasar momentos pletóricos, pero con las que no quiere dejarse arrastrar por la corriente de vida de estas. En redes tiene 60.000 seguidores, que se declaran fans, pero ella aspira a mucho más. Es una lucha en solitario, casi obsesiva, por destacar más que las demás, llamar la atención más que las demás, sentirse más deseada que otra ingente cantidad de muchachas jóvenes, muchas de ellas aún adolescentes, que se exhiben como ella para ser el primer polo de atención. Es increíble observar los desgarradores esfuerzos que Liane emplea en moldear su físico en esa lucha por conquistar el mundo a través de su atractivo rompedor. Su mente no es capaz de concebir otra cosa, esperanzada en que su vida cambiará para bien, al fin y al cabo, lo que desea es salir de la rutina de una vida mediocre y llena de carencias, y para ello, utiliza la imagen de su cuerpo.
La exposición que hace Agathe Riedinguer con esta historia es una brutal radiografía de una parte de la juventud -creo que mayormente femenina-de una joven sociedad de consumo, que vive para desear y ser más deseada que nadie. El rico mundo de la publicidad nos ha habituado a ello. Es igual lo que se consuma, todo vale y, ese personaje, expone su cuerpo, moldeando su imagen a los gustos que ella supone, para ser punta de lanza de consumo.
La película es un dramático seguimiento de cámara de Liane, cuya interpretación de Malou Khebizi adquiere una fuerza arrolladora. La directora se centra en mostrar todos los perfiles de esa incansable tenacidad – a veces dolorosa- de la protagonista, y su lucha por mostrar en cada nuevo instante que posa para la cámara, una nueva y original imagen, pero sabiendo captar y transmitir con la cámara los momentos de dudas, dolor y angustia que por momentos aparecen en el interior de alguien que no quiere dar la lucha por perdida, ya que es su única esperanza de salir de la mediocridad. La película se convierte en un apasionante viaje acompañando a un peculiar y atractivo personaje que sorprende por su punto salvaje y capacidad de sacrificio por la supervivencia.
El director de fotografía Noè Bach, (“Little girl blue” 2023; “Animalia” o “Los amores de Anais”2021) la ilumina con predominante matiz realista, tirando a luces duras, pero procurando realzar la fuerza envolvente de Liane en escenarios con atmósferas frecuentemente opositoras.
El montaje percuta en la acción sin descanso, con pocas pausas reflexivas, aunque la relación coral y el entorno obligan al espectador a hacerlo.
Una ópera prima en la que la joven directora francesa, Agathe Riedinger, ha sabido captar tendencias de una gran parte de las nuevas generaciones, cuya principal comunicación son las plataformas digitales, y las ha volcado con mucha fuerza en esta interesante película, como un retrato de tendencias.
P. M.
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