Año: 2024

País: España

Dirección: Ángeles Hernández

Guion: Ángeles HernándezDavid MatamorosJosé Pérez Quintero

Reparto: Hugo Silva, Zoe Arnao, Sergio Castellanos, Irene Montalà, María Ribera, Carles Cuevas, Noelia Balbo.

 Música: Víctor Reyes

Fotografía: Gina Ferrer

Coproducción España-Argentina; 

Sinopsis:

Tras presenciar la muerte accidental de su madre, Lidia y su padre se refugian en un faro para lidiar con el dolor. Pero desde que llegan, las pesadillas se apoderan de Lidia, dañando aún más la relación con él. Ambos tendrán que aprender a confiar el uno en el otro antes de que las pesadillas se conviertan en reales.

Crítica:

Después de cinco minutos luminosos con unos cuantos planos en los que nos describe una feliz y relajada relación familiar, el guion adquiere un giro que por momentos nos hace creer que vamos a vivir con esos personajes una razonable odisea de introspección en clave de elucubraciones psicológicas y sobresaltos, mezcla de la lógica de confusión y dolor de adolescencia, pero no pasamos de experimentar saltos poco creíbles en el guion y una dubitativa narración con secuencias carentes de la tensión dramática requerida para crear el clímax de veracidad pretendido en cada momento.

Acertado escenario para recrear la historia que nos quiere contar, pero con interrupciones de continuidad, debido a un desarrollo argumental poco sólido y personajes estereotipados, tratados superficialmente, con razonamientos mal construidos, endebles y poco coherentes, hace que la base central de la narración no se sustente en su lógica interna y pronto dejemos de creer lo que nos cuenta sin que el espectador asume la carga emocional de los principales personajes, Lidia (Zoe Arnao) y su padre (Hugo Silva).

Buena factura fotográfica, luciéndose más en los paisajes abiertos pero también mostrando buen oficio y gusto en los interiores, lástima que la acción no colabore en reforzar la atmósfera de suspense que se intuye en unas cantas escenas pero que no llega a cuajar. Hugo Silva, el mas solvente entre todos los intérpretes, y el mas estable de los personajes, intenta dar coherencia al desorden argumental y a partir de él se reconstruyen los descosidos de esta dramática historia que gira alrededor del “Faro”. Película que promete mucho en su fase inicial pero que se va diluyendo narrativamente mientras avanza hacia su final, dejando un imperceptible poso en nuestra memoria. Pero se intuye empeño y amor al género.

 No podemos exigir que todas las “óperas primas” sean obras maestras, ni las críticas tratados de arte.

Pepe Méndez