Hace alrededor de 40 años, estando en el Instituto, mi profesor de Lengua y Literatura nos mandó leer la novela de Torcuato Luca de Tena.
Una magnifica novela en la que hay momentos que no se sabe discernir qué es real y que es producto de nuestra mente.
Con esta novela descubrí el mundo de los psiquitricos un mundo que siempre me atrajo por la complejidad de nuestro cerebro y lo débil que es el ser humano, que puede romperse en un segundo. Pasados los años, por mi profesión estoy muy cerca de enfermedades mentales infantiles.

El director Oriol Paulo ha adaptado perfectamente la novela .

En líneas generales, se puede decir que la revisión de Los renglones torcidos de Dios mantiene una enorme fidelidad al libro de Torcuato Luca de Tena. Obviamente, se ha tenido que llevar a cabo una compleja labor de cambio de lenguaje y se han acortado algunos pasajes, pues en caso contrario el film tendría una duración excesiva. Loreto Mauleón interpreta a la doctora Montse Castell, que en el original es enfermera. Aquí pasa a ser subdirectora del centro, y se ha eliminado su vocación religiosa, pues aspira a convertirse en monja.

En la novela es mayor el ensañamiento de Samuel Alvar (Eduard Fernández), director del centro, con Gould al recluírla con pacientes con patologías más graves, en lo que parece una auténtica “cámara de los horrores”, donde aparecen individuos extraños que provocan pesadillas. Todo indica que no se ha querido estigmatizar a los enfermos mentales, presentando casos tan repulsivos…

En el film no aparece María Luisa Fernández, otra detective privada, compañera de Alice que envía un amigo suyo, el excomisario Obdulio Limón, a investigar el caso de Alice. Descubre que su marido había vendido dos casas que tenía en Inglaterra, por lo que firmó un papel para tramitar el divorcio.

Se ha eliminado que los internos arrojan a la piscina a Ignacio Urquieta, personaje encarnado por Pablo Derqui. Como consecuencia, éste recuerda la razón de su trauma lo que le hace superar su fobia al agua y a los pocos días, se marcha, recuperado.

Quizás donde se ha simplificado más ha sido en el final. Cuando los médicos han creído el relato de Alice, aparece el doctor amigo de su marido, que le dice «Alicia, ¿en qué lío te has metido ahora?», por lo que se entiende que en realidad ella se ha inventado que ejerce como detective, y sufre paranoia realmente.

Al final, Alice se da cuenta de camino a su hogar que cuanto más se aleja del hospital psiquiátrico, más empeora su salud mental. Decide regresar al centro, donde sustituye a la enfermera Montse.

Una gran pelicula donde los personajes de Pablo Derqui, Eduard Fernandez y, en especial, Barbara Lennie están soberbios.

» Dios escribe derecho con renglones torcidos»