(Funambulistas sin red)

Año: 2025

Duración:92 min.

País: España

Dirección: Javier Polo Gandía

Guion: David PascualEnric PardoGuillermo Guerrero

Reparto: Pablo Molinero, Enrique Arce, Arturo Valls, Andrea Duro, Berta Vázquez, Vito Sanz, Marta Belenguer, Javier Coronas,…

Fotografía: Beatriz Sastre

Coproducción España-México; 

Los Hermanos PoloJaponica FilmsPaloma Negra FilmsWhisky Films

Género: Comedia | Comedia negra

Sinopsis

Carlo, un excéntrico relojero, parece tener el poder de influir en los habitantes de su ciudad. ¿Cómo reaccionará un hipocondríaco al confrontar la noticia de su inminente muerte? ¿Podrá una chica superar cuestionarse si relación es más una suerte que una carga? ¿Y si unas vacaciones soñadas se convierten en una pesadilla? Esos son algunos de los “Pequeños calvarios”.


Crítica:

Película curiosa, donde lo que mas destaca es en su tratamiento plástico, por su colorido, su escenografía y el plantel de actores y actrices que desfilan por la pantalla. ¡Una pena que se desaproveche el talento de tal convergencia de nombres importantes de la comedia!

Una película que quiere jugar a comedia graciosilla moderna, con tintes de fantasía de lo absurdo, que supongo que pretende ser divertida y provocar algunas carcajadas y cierta sátira al modo de vida del ciudadano burgués medio, pero lo que consigue Javier Polo Gandía del espectador, de los cinco relatos que nos cuenta -que varían entre lo fantástico y lo absurdo- está más cerca del bostezo que de la reflexión o la sonrisa.

Es una película que difícilmente puedes entrar en las historias, y en el itinerario coherente de los personajes. Es lo que sucede en una película cuando no encuentra el tono narrativo para dejarse llevar y entrar en su mundo por no identificar como creíble a ningún personaje, sea en el supuesto de comedia realista como de fantasía.

Es una obra que pretende ridiculizar los comportamientos de la sociedad urbanita, sus hábitos y necesidades, pero lo hace de una manera grotesca y mecánica que no conecta bien con la coherencia requerida para tomárnoslo en serio, así que se queda en un discurso burdo, totalmente desaprovechado.

Creemos que para explicar e iluminarnos de la posible banalidad de nuestras vidas hasta el punto de provocarnos risa, se necesita un discurso mucho más serio y acertado.

Pepe Méndez