Año: 2024/ Duración: 135 min./ País: Italia

Dirección: Luca Guadagnino

Guion: Justin Kuritzkes. Novela: William S. Burroughs

Reparto: Daniel Craig, Drew Starkey, Jason Schwartzman

Música: Trent ReznorAtticus Ross

Fotografía: Sayombhu Mukdeeprom

Coproducción Italia-Estados Unidos; 

Drama 

Sinopsis

1950. William Lee, un expatriado estadounidense de unos 50 años en Ciudad de México, pasa sus días casi solo, salvo algunos contactos con otros miembros de la pequeña comunidad estadounidense. Su encuentro con Eugene Allerton, un joven estudiante recién llegado a la ciudad, le muestra, por primera vez, que finalmente podría ser posible establecer una conexión íntima con alguien

Crítica:

Que nadie se desespere: la película de Guadagnino tiene una primera parte atorrante, y a la vez, desoladora. Los personajes se arrastran por la noche como almas en pena y, por el día, como sonámbulos. Soledades de los ricos del norte que se buscan por las calles y los bares suburbiales de la ciudad de México, cargados hasta las cejas de alcohol y otras sustancias, para complementarse y mitigar su vacío con unos pesados gramos de pimienta sexual. Ahora bien, sorprende en positivo que Daniel Craig asuma un papel con tanta carga sexual gay, que lo desarrolle con esa solvencia y credibilidad y, en línea tan opuesta a lo que le hemos visto interpretar últimamente. Admirable por la carga emocional que desprende para, a veces, transmitir un cierto repelús de sucio y apestoso hastío arrabalero. 

Aunque esté de acuerdo que, con esa ambientación y la reiteración de escenas escabrosas -a veces desagradables- el director consigue meternos de pleno en la atmósfera que W. S. Burroughs describía en el libro, creo que al film le hubiera ido bien recortar algunas secuencias poco seductoras a la vista del espectador, sin que se hubiese visto mermado su efecto dramático.

Es en la segunda parte de la historia, cuando el personaje William Lee emprende el viaje a través de la selva, con su amante Allerton, en su empeño por encontrarse con el maestro xamán, para que le guie en su obsesión por experimentar hasta el fondo de la psicodelia los efectos alucinógenos de la ayahuasca, ahí es cuando la trama se vuelve salvajemente incierta, los comportamientos de los personajes impredecibles y peligrosos, y la película entra realmente en una atmósfera irrespirable, pero envolvente y seductora, con algunos sobresaltos inesperados, aunque engarzan bien con la lógica de la situación.

La película es un doble viaje hacia el mundo desconocido de lo material y la inmersión en el mundo, mas desconocido aun, al que nos pueden llevar aquellas sustancias que nos vuelven dependientes de ellas hasta la autodestrucción.

Muy destacables: la densa atmósfera que envuelve toda la narración en diferentes escenarios y tiempos. También, la densidad dramática que crean los personajes en cada escena, y el valor de interpretar algunas relaciones carnales arriesgadas trasmitiendo credibilidad. La caracterización del William Lee de la novela, por parte de Daniel Craig es sobresaliente, a pesar de que en el inicio del film cuesta aceptarlo, sobre todo, por la idea que tenemos de sus personajes en otros films anteriores. Pero eso son prejuicios del espectador. Por último, la fotografía del thailandés Soyombhu Mukdeemprom, -responsable de la iluminación de otras película de  Guadagnino, como “Call me by your name”, o “Suspiria”–  es excelente en todo momento, ayudando a crear la atmósfera densa de luces pastosas de la época pero luminosamente estéticas a la vez.

Pepe Méndez