País: España/ Año: 2025/ Duración: 97 min.

Dirección: Jacob Santana

Guion: Frank ArizaMarco LagardeJacob Santana

Reparto: Jaime Lorente, Manuel Vega, Belen Rueda, Fernando Cayo,…

Fotografía: David Azcano

Coproducción: España-Rep. Dominicana;

Género: Thriller psicológico

Sinopsis: Mario se muda a una nueva casa con sus padres y con su hermano mayor David, que le admira. Mario es el hermano lumbrera de la familia, pero con anterioridad ha sufrido algunos episodios de ansiedad que le han llevado a un tratamiento especial en un hospital. Al establecerse en la nueva casa siente que todo le es extraño, pero lo atribuye a la medicación que está tomando. Tiene la percepción de vivir en un mundo irreal. Una noche, Mario presencia como secuestran a su hermano mayor. No deja señales ni piden rescate, y después de 19 días David vuelve a casa, pero no recuerda nada de ese tiempo desaparecido. Mario nota suficientes cambios en la personalidad y el comportamiento de David como para llegar a creer que la persona que ha regresado no es su verdadero hermano.

Crítica:

Es difícil que Jacob Santana hubiese podido elegir para su debut cinematográfico un tema más complicado y retorcido, con más enredos y giros de guion que esta adaptación que ha hecho de la película coreana Forgotten (2017).

Reversión plantea un conflicto entre lo real y lo paranoico muy poco creíble, pero hasta que te das cuenta de ello vas entrando en la historia aún a sabiendas de que hay algo extraño que no encaja, con la esperanza de que en algún momento entren en coherencia las diferentes partes de lo que estás viendo: las «asintonías» en las relaciones familiares entre los miembros de la familia en distintos lugares; el trato amable y casi infantil en ocasiones o el hermetismo robótico en otras; así como la inexplicable desaparición de David y su vuelta sin razón alguna. Todo ello dentro de una atmósfera y comportamientos oscuros que desprende cierto morbo por conocer el misterio que se fragua, pero con una frialdad que no ayuda a integrarte en la historia, aunque despierte interés debido a los interrogantes que propone la narración.

Llegados a la mitad del film no sospechamos que el núcleo fuerte de la trama aun está por llegar, y que los giros que la hacen compleja (yo diría que retorcida, en el sentido mas lúgubre y cruel que se plantee como opción para elegir entre la vida y la muerte de un ser querido) y rocambolesca, hasta el punto que te hace sentir que se han pasado de vueltas en el galimatías argumental con tal querer implicarnos emocionalmente y que, por exceso, seguramente nos hará salir de ella.

Siendo justos debemos remarcar que tiene ciertos retos de ética y moral salvaje, sobre los que da miedo entrar a plantearse, pues ya hemos visto otras cosas sin sentido que a un sector de publico puede estimular, como fue la paradójica y exitosa serie “El juego del calamar”.

En cuanto al reparto, Jaime Lorente lucha por encontrar el tono a su personaje, Belén Rueda solo acompaña, tiene  poco protagonismo y cumple dando testimonia a su personaje, desaprovechado, y Manuel Vega, en línea con su enigmático aparecer y desaparecer jugando a  detective Justiciero que en el fondo no lo es tanto, pone la cara noble de esta rocambolesca y retorcida historia, con tantas curvas como ilimitadas sorpresas antes de esclarecer una realidad mas parecida a una pesadilla que, sin lugar a dudas, disfrutarán aquellos que les guste subirse y sentir el vértigo de una montaña rusa.

Pepe Méndez