MY SALINGUER YEAR

(Estreno 4 de junio)

Año: 2020

Duración: 101 min.

País: Canadá

Dirección: Philippe Falardeau

Guion: Philippe Falardeau. Novela: Joanna Rakoff

Fotografía: Sara Mishara

Reparto

Sigourney Weaver, Margaret Qualley, Douglas Booth, Colm Feore, Matt Holland, Théodore Pellerin, Seána Kerslake, Jonathan Dubsky, Xiao Sun, Yanic Truesdale, Leni Parker, Romane Denis, Gavin Drea

Sinopsis

Finales de los años 90. Joanna, una joven que sueña con ser una gran escritora, consigue trabajo en una de las principales agencias literarias de Nueva York como ayudante de la directora. Entre otras tareas, Joanna ha de responder las numerosas cartas que envían los fans de uno de los escritores de la firma, el mítico J.D. Salinger, autor de “El guardián entre el centeno”.


Crítica

Adaptación de “Mi año con Salinguer” la novela autobiográfica de Joanna Rakoff, narra sus primeras experiencias de relación en el mundo de las editoriales, a la par que el personaje, en secreto, escribe su primera novela.

Es una película amable, que intenta atraer al espectador al mundo de la joven e ingenua Joanna, que recién salida de la universidad intenta comerse al mundo con sus poemas y narraciones. Está contada con estructura narrativa de quien desgrana sus recuerdos en primera persona, hecho que da una especie de autenticidad más realista de lo que nos muestra y nos dice el personaje. También se acerca mucho más a la esencia de la novela de Rakoff.

No es un film de gran originalidad, pero la vitalidad y espontaneidad llena de optimismo del personaje nos va calando a medida que avanza la historia, a la vez que la muestra de carácter, tenacidad e inteligencia para conseguir sus sueños nos muestra la profundidad de su espíritu y hace que nos congraciemos con ella y le sigamos con cariño y ternura.

La película es limpia narrativamente hablando, como todos los personajes que aparecen. Discurre sin saltos de tiempos, sin excesivas subtramas ni repentinas y confusas acciones dramáticas, no hacen falta. Es armoniosa en su conjunto, en la que cada personaje está interpretado magníficamente por los actores que lo encarnan, así como el papel que representaba cada uno en ese momento que discurre la historia, en el mundo del arte literario.

Sigourney Weaver, como carismática editora de autores que hay que mimar -sobre todo al excéntrico y  solitario J. D. Salinguer, autor de “El guardian entre el centeno”- e inflexible con sus empleados, desarrolla su personaje con sencillez y maestría sin esforzarse. Frente a ella, como empleada suya y futura escritora, se impone Margaret Qualley que va destacando a medida que se desgrana la historia, hasta convencernos de su fuerza y belleza interior, en un film que igual que ese personaje, va adquiriendo interés a medida que avanza, sobre todo en su parte final, en la que nos sorprende con un vals, en una danza acompañada coreográficamente a los intérpretes, como una orquesta entera cuando se integra en apoteosis con el solista, digna del mejor musical, lleno de belleza y romanticismo en una escenografía de marco espectacular. Habrá quien le critique porque le parecerá excesivamente meloso, bueno…

Es una escena que ya vale una película, y que despierta nuestras fibras mas sensibles por la belleza del arte y, a veces por lo amargo de los sentimientos.

Pepe Méndez