Made in Italy

Año: 2020

Duración: 94 min.

País: Reino Unido

Dirección: James D’Arcy

Guion: James D’Arcy

Música: Alex Belcher

Fotografía: Mike Eley

Reparto:

Liam NeesonMicheál RichardsonValeria BilelloLindsay DuncanGian Marco TavaniMarco QuagliaHelena Antonio

Sinopsis

En la Toscana, un bohemio artista londinense regresa a Italia con su hijo para vender la casa que heredaron de su difunta esposa. Pero ninguno de los dos esperaba encontrar la hermosa villa en tan mal estado. Mientras padre e hijo restauran minuciosamente la casa, también comenzarán a reparar su relación. El futuro ahora puede parecer bastante diferente y sorprender a los dos.

Crítica:

Otra vez el paisaje de la Toscana como un lugar de armónica belleza, vuelve a servir aquí como lugar ideal para recomponer unas relaciones paterno filiales (Liam Neeson y su hijo Micheal Richardson) que, por tormentosos motivos vividos en el pasado hace tiempo que se consideran rotas.

Una comedia sentimental con muchos ingredientes dramáticos a través de los cuales, hace que los personajes adquieran densidad humana, pero cuyos perfiles son ejemplos demasiado reconocibles en la historia del cine, quizá por ese motivo, algunos giros de guion no llegan a sorprendernos del todo, aunque sigamos agradablemente el recorrido fluctuante de los personajes en sus encuentros y desencuentros.

El espacio -fotografiado por Mike Eley muestra su esplendor Mediterráneo, con esa luz que evoca parar el tiempo- y parece invitar a los personajes a desenterrar el pasado para sacar los sapos del corazón y volver a encontrarse de nuevo con su yo oculto, limpios de remordimientos.

La película se desarrolla en la zona rural italiana y algunas pocas escenas rodadas en la City (Londres) y, según se desarrollan los hechos puede inducirnos a pensar claramente que salgamos de las ciudades si podemos, pero no plantea a necesidad previa de tener recursos propios, y por tanto, esa opción está al alcance de muy pocos.

La historia se sigue con interés, aunque no deslumbre, con personajes de acusadas características de la emblemáticas figuras que representan, aunque algo estereotipados pero con buenas interpretaciones, sobre las que destaca la seductora figura de Micheál Richardson, hijo en la película y en la vida real, de Liam Neeson.

Pepe Méndez