CATARSIS DE UNA ILUSIÓN

Dirección: Liliana Torres
Guion: Liliana Torres
Fotografía: Lucía C. Pan
Montaje: Liana Artigal
Música: Patricia Cadaveira, Marcel Pascual, Ramón Prats
Intérpretes: Liliana Torres, Xúlio Abonjo, Kilian Quincoces, Massimiliano Davoli, Luis Velázquez, Adrián Rios
Producción: Daniel Froiz, María Zamora, Stefan Schimtz, Isabel Coixet
Compañía Productora: Matriuska Producciones, Avalon PC, Miss Wassabi Films

Sección oficial de la 18ª edición del Festival de Cine Europeo de Sevilla.

Liliana Torres, en línea con su obra anterior Family Tour , de 2013, se interpreta a sí misma en una película de auto ficción biográfica en la que la protagonista, que empieza a sentir una profunda insatisfacción vital con su pareja actual, decide rodar un documental para entrevistar a sus anteriores relaciones y entender por qué terminaron mal.

En los largos planos del inicio de la película vemos que la protagonista vive en en el medio rural y podemos suponer que los objetos y el orden en la casa probablemente tendrán alguna importancia para el desarrollo de la acción. De hecho, el desorden en la casa marcará la crisis de la pareja, y el orden impecable que encontrará al regreso de la última entrevista está cargado del terror de lo incontrolable. El vestuario, básico con preferencia por jerséis de mercadillo, refleja una persona centrada obsesivamente en su trabajo, en su mundo mental.

La primera entrevista marca el tono que tendrán las restantes: una búsqueda de la verdad que no duela, en la medida de lo posible. Sonrisas y lágrimas, cariño pero poca empatía, y una gran dificultad para comunicarse, para profundizar de modo eficaz en la raíz del fracaso, en la complejidad de las relaciones amorosas. El recurso formal de la entrevista, siendo de entrada el momento de la verdad , en el que los hombres se explican sincera y dolorosamente , no pasa de ser un mero trámite para la protagonista, que parece no escuchar , no querer entender al otro. La entrevista en México marcará un punto de inflexión, es la más dura y la única que la enfrenta definitivamente a un espejo en el que no quiere verse.

La película de Liliana Torres se justifica por su exposición, su sinceridad, por la búsqueda de su verdad vital, pero no deja apenas espacio al autoconocimiento, a la reflexion creativa, a un cambio profundo y liberador. En una protagonista doliente, centrada en el análisis del pasado para no repetir los mismos errores, la catarsis personal que busca destruye el espejismo idealizado del amor. Pero no le basta para realizarse plenamente en este presente.

ISABEL CAPDEVILA Historiadora de Arte