Duración: 77 min.

País: España

Dirección y guion: Alejandro RojasJuan Sebastián Vasquez

Reparto: Alberto Amman, Bruna Cusí, Laura Gomez, Ben Temple…

Fotografía: Juan Sebastián Vasquez

Produce: Zabriskie FilmsBasque FilmsSygnatiaTV3

Mi opinión:

Desde el punto de vista dramático es evidente que el tándem en la dirección formado por Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez, sacan provecho con brillantez de los reducidos espacios en los que se desarrolla la acción de “Upon entry” (La llegada) y, como resultado nos ofrecen una de esas pequeñas obras, modesta, ya lo sabemos, pero que no tiene nada que envidiar a cualquier cinta clásica firmada por los maestros del género que, por pudor, no voy a nombrar.

Con un lúcido guion en el que se mide cualquier detalle emocional vivido por los personajes, así como acentuando todo lo que compone la parte estética de la narración del film: el color, la composición del plano, la iluminación, la escenografía y el ritmo, que nos fuerza a sentir -a partir de la secuencia segunda- una ansiedad y angustia que ya no nos abandonará en todo el resto de la película y, todo eso, conseguido en unos espacios limitados y personajes, los justos, pero interpretados por unos actores que en todo momento nos trasmiten credibilidad de lo que están viviendo.

Una historia que parte casi de una anécdota pero que seguro algunos viajeros habrán vivido, aunque no se si con tanta intensidad. Todo va bien en el viaje a Florida para la pareja formada por Diego, urbanista venezolano (Alberto Amman) y Elena, bailarina catalana (Bruna Cusí), llevan visados y resto de documentación en regla, sellada por las autoridades pertinentes para instalarse en ese País, en donde esperan crear un nuevo hogar y conseguir oportunidades que mejoren su estatus social. Hacen escala en Nueva York y tienen programado aprovechar ese tiempo de espera para saludar a un familiar de Diego, que reside en esa ciudad, pero ocurre un imprevisto que les puede acarrear un sinfín de problemas incapaces de controlar. A partir de ese momento los acontecimientos se precipitan y la impotencia se adueñará de ambos.

El modo de viajar en avión cambió mundialmente a partir del 11-S, sobre todo para entrar en algunos países como EEUU, Canadá, Australia, sometiendo en ocasiones al pasajero a interrogatorios casi surrealistas, que sobrepasan la inmoralidad. Con seguridad, nadie que haya pasado por esa experiencia le quedarán ganas de repetirla. Conozco unos recién casados que al aterrizar en Sidney, con dos limones en la bolsa que por ignorancia no habían declarado, fueron llevados a las dependencias policiales, desnudados, pasando veinticuatro horas retenidos y hasta que no intervino en Cónsul de España en Australia no los liberaron.

La película tiene un final radical y sorprendente para todo aquel que no haya pasado por esas lides. Es un final inteligente que viene en nuestro socorro para liberarnos de la presión vivida y abandonar la sala respirando profundamente.

A pesar de que ya les hemos mencionado, quiero finalizar repitiendo que Bruna Cusí y Alberto Amman, a las órdenes de Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez, demuestran lo gran actores que son, pero añadir que para terminar de creernos  de verdad la historia hacía falta la pareja de oponentes interpretados por la magistral intervención de la actriz y directora dominicana Laura Gómez y el actor estadounidense afincado en España, Ben Temple, desarrollando papeles, quizá más difíciles de encarnar, especialmente por la mala uva que deben inocular a sus personajes para que sean reales. Y lo consiguen.

Pepe Méndez