Por Mariví.

La película fuera de concurso coescrita y codirigida por Elvira Lindo y Daniela Fejérman y producida por Gerardo Herrero, abrió el pasado viernes la 26 edición del Festival de cine de Málaga.

Alguien que cuide de mí es la historia de Nora, Cecilia y Magüi Guerrero, hija, madre y abuela, todas actrices. El momento en el que Nora gana su primer Goya y se le abre la puerta a representar La gaviota, de Chejov, coincide con una mala racha económica de su madre, Cecilia, que está a punto de ser desahuciada. A partir de tener que decidir si la ayuda, o en qué manera lo hace, Nora descubrirá detalles del pasado de esta, también de su abuela e incluso de su padrastro que hará que cambie su relación con todos ellos.

Un recordatorio del estigma del VIH disfrazado de comedia en el que diferentes etapas de nuestro audiovisual y nuestras actrices aprenden a comprenderse desde un realismo emocional que a veces se echa en falta en el drama. El próximo 28 de abril llegará a salas comerciales y, si tiene la promoción que merece, encontrará su público.

Las tres protagonistas —Aura Garrido, Emma Suárez y Magüi Mira— están inmensas en sus papeles.

Pedro Mari Sánchez, inmenso en lo suyo, cumple un papel crucial, representando junto a Suárez una historia de amor más vista de lo que parece pero desde una ternura y comprensión de las heridas de los personajes prácticamente inédita. Por momentos parece que van a ser mucho más duros con Nora, su incomprensión y su adanismo, pero la manera en la que se constituyen en maestros es un recordatorio de que la excelencia, la diversidad y el amor por las historias del cine español no empezaron ayer y siempre han estado cargados de sueños rotos y amargura.